A Dos Voces

‘Juande’: un robot terapeuta comprometido con la atención infantil temprana

El Centro de Atención Infantil Temprana (CAIT) San Juan de Dios de Sevilla ha iniciado las terapias con este robot social que contribuye a la mejora de los trastornos motores que presentan los pacientes de entre cero a seis años

A principios de 2024, gracias a la financiación de los Fondos Next Generation, Juande será una realidad en los cinco CAIT de San Juan de Dios en Andalucía

La robótica y la Hospitalidad van de la mano en este proyecto diseñado por y para los más pequeños.

Juande: un robot terapeuta comprometido con la atención infantil temprana

Redacción

Concha García Espinal

Antes de nacer, aún en el útero materno, Berta sufrió un ictus. Ahora tiene cinco años y desde que acude al Centro de Atención Infantil Temprana (CAIT) de Sevilla, la hemiparesia que le afecta a la movilidad del brazo derecho ha mejorado notablemente. Se ve a simple vista, pero las terapeutas comprueban esa mejora rigurosamente con la ayuda de Juande, un robot social que interactúa con Berta en la sesión que guía su fisioterapeuta. Este robot, a quien las especialistas del CAIT han bautizado con el diminutivo del nombre del fundador de la Orden, le hace bailar y ejercitarse mientras ella cree que sólo está jugando. Él la llama por su nombre y le hace comentarios personalizados, así que Berta ha creado algo muy cercano a un vínculo con él, y espera esas sesiones con muchas ganas y una ilusión desbordante.

El de Berta es uno de los cientos de casos que puede atender Juande, y lo mejor de esta historia es que, a partir de este mes de diciembre, gracias a la financiación de los Fondos Next Generation, una réplica suya llegará a los cinco CAIT que San Juan de Dios tiene en Andalucía: el del Hospital San Rafael de Granada, el del Hospital San Juan Grande de Jerez de la Frontera (Cádiz), el del Hospital San Juan de Dios de Córdoba y los dos centros de Sevilla. Juntos atienden a más de 2.000 pequeños pacientes al mes con trastornos o dificultades en el desarrollo. Aquellos usuarios que presenten problemas motores, como parálisis o problemas articulares o de movimiento, podrán beneficiarse de esta tecnología cuyo software ha diseñado la empresa Inrobics como un traje a medida de sus necesidades. Por ello, el CEO de Inrobics, José Carlos Pulido, y la coordinadora del CAIT de Sevilla y artífice del proyecto en Andalucía, Rocío Carrasco, nos han contado cómo es posible que un robot con forma de humanoide haya causado esta revolución en la atención pediátrica.

José Carlos Pulido, CEO de Inrobics, y Rocío Carrasco, coordinadora del CAIT de Sevilla.

José Carlos Pulido, CEO de Inrobics, y Rocío Carrasco, coordinadora del CAIT de Sevilla. / Lolo Vasco

A finales de 2018, Rocío Carrasco inició una búsqueda de apoyos tecnológicos que supusieran un plus asistencial. “Nuestro paciente es de muy corta edad, lo que implica unas condiciones peculiares en terapia: no siempre obtenemos de ellos la colaboración adecuada, no toleran mecanismos externos de medición, los tiempos de atención y ejecución de las tareas son muy cortos, etc.”, explica. Fue entonces cuando descubrió que el Hospital Virgen de Rocío de Sevilla ya usaba el robot NAO con pacientes pediátricos oncológicos. “Sin embargo, necesitábamos una tecnología que fuese capaz de medir el avance en la movilidad y por ello precisábamos un software distinto que permitiera hacer la medición dinámica a través de ejercicios o de coreografías con los pequeños”.

La adquisición del robot y los primeros pasos los dieron gracias a la contribución de una empresa, Grupo Cuatrogasa, y la Obra Social de San Juan de Dios de Sevilla. Indagando, Rocío Carrasco supo que la Fundación Instituto San José trabajaba en proyectos para pacientes con daño cerebral y para adultos de su centro de día con Inrobics, una empresa de salud digital enfocada al sector de la rehabilitación y promoción de la calidad de vida de las personas. Y ahí fue cuando comenzó a afinarse el proyecto Juande.

Fotos genéricas de la sesión.

Fotos genéricas de la sesión. / Lolo Vasco

Cuando Rocío le expuso a José Carlos la necesidad de sus pacientes de atención temprana, se inició una alianza que pronto empezó a dar sus frutos. “Durante todo este tiempo, San Juan de Dios e Inrobics hemos trabajado estrechamente para trasladar al software los requerimientos específicos de estas terapias con niños, es decir, diseñar esta tecnología a medida de las necesidades de los niños y niñas con problemas motrices que los profesionales atienden en atención temprana”, explica José Carlos.

Los profesionales tienen un papel indiscutible a la hora de humanizar estas sesiones porque son ellos quienes conocen a los pacientes y guían a 'Juande' para lograr los mejores resultados

Humanización, también en la asistencia robótica

Tradicionalmente, la robótica empleada con pacientes en el ámbito sanitario era la asistencial, es decir, aquella que mediante el contacto físico lograba mejoras en el paciente como, por ejemplo, exoesqueletos. Sin embargo, el robot que el CAIT de Sevilla emplea con sus usuarios es un robot social-asistencial, es decir “una tecnología de concepto asistencial, pero que incluye la interacción social que, hasta ahora, no mantenía la máquina con el paciente. Juande llama a los pacientes por su nombre y puede mantener con ellos una conversación cercana y adaptada a las circunstancias de cada niño, y eso lo humaniza”, detalla el CEO de Inrobics.

Además, el componente humano nunca desaparece porque se trata de sesiones guiadas con un profesional que determina los objetivos terapéuticos y prescribe los tratamientos en función de estos resultados. “Se trata de una interacción a tres bandas: niño, terapeuta y Juande. Los profesionales tienen un papel indiscutible a la hora de humanizar estas sesiones porque son ellos quienes conocen a los pacientes y guían a Juande para lograr los mejores resultados”, puntualiza la coordinadora de Atención Temprana.

Fotos genéricas de la sesión.

Fotos genéricas de la sesión. / Lolo Vasco

'Juande' solo acaba de empezar

Las posibilidades de este peculiar terapeuta son muchas. Juande solo acaba de empezar en esto de la atención temprana. La motivación y estimulación que genera entre los más pequeños hacen que puedan trabajar más repeticiones en los movimientos, y esto revierte en la mejora de las dificultades que plantean. “Pero, más allá de estas mediciones funcionales, hay otros objetivos, como el de ser una herramienta para la estimulación. Por ello, ya pensamos en la versión digital de Juande, esa que puedan activar los profesionales en las tablets de los pacientes y permita que los niños continúen en sus casas con su rehabilitación”, puntualiza José Carlos Pulido. Y no solo eso, “existe un catálogo de actividades cognitivas que se pueden explotar, como ejercicios de memoria, de comprensión del lenguaje o de ámbito psicológico y emocional”, apunta la coordinadora de este proyecto en Andalucía.

La tecnología al servicio del paciente. La robótica humanizada. La misión de San Juan de Dios se abre paso a través de la transformación digital.