Asesino de Málaga

El ADN recuperado en la mochila de un joven asesinado en Málaga en 2022 llevó hasta su presunto asesino

Los restos biológicos coincidieron con el de un pariente del detenido, que fue identificado gracias tras el estudio del árbol genealógico que se ha remontado a los años 40 del siglo pasado

Los investigadores desconocen la motivación del crimen

La Policía arresta al presunto asesino de un joven tiroteado en Málaga en 2022

POLICÍA NACIONAL

Jose Torres

El ADN recuperado en la pestaña de la cremallera de la mochila de David, el joven cuyo cuerpo fue encontrado en Los Montes (Málaga) hace dos veranos con heridas de arma de fuego en la cabeza y el cuello, ha llevado finalmente hasta su presunto asesino, un hombre de 62 años con un pasado criminal que suma otros cuatro crímenes por los que ya había cumplido condena. La investigación, sin embargo, ha supuesto un trabajo muy largo, ya que esos restos biológicos no llevaron directamente hasta el sospechoso. Según han explicado en rueda de prensa la jefa del Grupo de Homicidios de Málaga, la inspectora jefa Rafaela Polo, y el comisario jefe de la Policía Científica, Salvador Romero, la muestra de la cremallera correspondía a alguien que no estaba en las bases de datos de personas detenidas, pero sí poseía coincidencias con la de un familiar

A partir de aquí, los agentes estudiaron el árbol genealógico de esa familia hasta 1949. Siguiendo siempre la línea paterna, bucearon en el Registro Civil y entre las partidas de bautismo del Obispado de Málaga e incluso se toparon con la dificultad que supone que el sospechoso cambiara de nombre en el pasado en un intento por dejar atrás su pasado criminal. Finalmente, el principal sospechoso fue identificado como José Jurado Montilla, un malagueño que usa los alias Titi y Dinamita Montilla, sin domicilio conocido y con una vida nómada que ha dificultado su localización. El pasado jueves, gracias a sus redes sociales, los investigadores lo situaron en Valdebótoa, una pedanía de Badajoz, y lo detuvieron en un bar como presunto autor del asesinato de David. El arrestado, que ya está en prisión provisional, negó ante el juez la autoría del crimen y, a día de hoy, los investigadores desconocen la motivación del crimen

La jefa del Grupo de Homicidios, Rafaela Polo, ha dado detalles sobre la investigación.

La jefa del Grupo de Homicidios, Rafaela Polo, ha dado detalles sobre la investigación. / ÁLEX ZEA

La investigación arrancó con el hallazgo del cuerpo de David el 29 de agosto de 2022. La familia había denunciado la noche anterior que no había regresado a casa de su visita a un paraje de Los Montes conocido como Los Ciegos. El joven había ido a una casa de aperos propiedad de sus padres para recoger unas algarrobas, una actividad que realizaba con el permiso de los dueños de las fincas colindantes y que le permitía sufragarse los gastos de un joven estudiante.

David habló de su asesino

La misma tarde de su desaparición, David dejó las primeras pistas de su asesino. Antes de perder el contacto con su entorno, le dijo por Whatsapp a su padre que se había topado en la casa de aperos con un cazador armado y que, ante lo inesperado de la situación, le ofreció agua en un intento de ganarse su confianza. En un chat que compartía con unos amigos también contó que se había encontrado con un hombre mayor que portaba una escopeta.

Nada se supo de David hasta que su cuerpo fue encontrado a las 8.30 horas de la mañana siguiente en el borde de un camino. Presentaba dos disparos, un primer impacto de cartuchería de postas, y un segundo a bocajarro con munición de perdigones con el que fue rematado. A unos cien metros del cadáver, junto a un gran árbol, la inspección ocular de la Policía Científica reveló indicios de una posible pelea.

Polo ha recordado que el arranque de las pesquisas fue complejísimo. Era una zona remota de Los Montes a la que sólo se puede llegar si la conoces. No es una zona de senderismo, no había testigos directos, ni cámaras. Y la telefonía no era una opción, ya que es una zona muy alta en la que las antenas dan cobertura a miles y miles de teléfonos simultáneamente.

Las primeras gestiones se centraron en identificar y tomar declaración a todos los cazadores autorizados en los puestos de caza o aguardos de la zona, tanto actuales como de los últimos años e incluso con furtivos. Hablaron con guardeses de la zona, vecinos de las casas y diseminados colindantes, agentes forestales... Se estudió y entrevistó, a través del Registro de la Propiedad, a los propietarios actuales e históricos de las tierras donde ocurrieron los hechos. "Durante las semanas y meses siguientes al crimen, se contrastaron todas y cada una de las informaciones que aportaban los vecinos. Fueron más de sesenta declaraciones e innumerables entrevistas y buceo en registros y archivos que pudieran aportar luz sobre lo ocurrido, han explicado.