Dos jóvenes que estaban de fiesta en el edificio okupado de la avenida Compromiso de Caspe de Zaragoza, conocido por acoger años atrás el hogar social de un partido neonazi, acabaron detenidos después de hacerse pasar por policías para robar droga e incluso intentar echar de una de las viviendas a una pareja que reside allí para ocuparla ilegalmente ellos. Una persona resultó herida por arma blanca.

La intervención llevada a cabo por la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón tuvo lugar a las 02.35 horas cuando la sala del 091 recibió una llamada en la que unos okupas pedían ayuda. Explicaron que estaban intentando entrar en su casa y que llevaban un cuchillo y una barra de hierro con la que estaban haciendo palanca para abrirles la puerta. 

Inmediatamente fueron activadas varias dotaciones que, a la llegada, se encontraron a uno de los requirentes con una herida sangrante en la mano, quien les explicó que habían escuchado unos ruidos en la puerta de entrada y que, al acercarse, comprobaron que estaban intentando partir la cadena con la que la cierran. Explicaron que, mientras, les gritaron: «Ábrenos que vamos entrar» y les amenazaron de muerte. 

La herida se la hizo porque puso la mano para intentar que no consiguieran llevar a cabo sus pretensiones. Paralelamente, otros agentes que accedieron al edificio okupado del barrio de Las Fuentes se encontraron a otro vecino en estado de agitación, quien les explicó que estaba durmiendo y que, de repente, escuchó un fuerte ruido en la puerta de su casa, que dos varones entraron en la habitación, se abalanzaron sobre él y le dijeron: «Somos policías, dónde está la droga que tienes escondida». «Me levantaron y me pusieron contra la pared, cacheándome y quitándome la cartera y un teléfono móvil», les explicó, según consta en el atestado. De la droga, nada se supo.

Ante ello, los agentes realizaron una inspección del inmueble, encontrando a S. E. M., de origen marroquí, detrás de una puerta, y a D. F. E., de origen español, encima de una cama, mientras se hacía el dormido. Ambos fueron inmediatamente detenidos y trasladados a los calabozos del Actur donde S. E. M. protagonizó otro hecho violento, ya que dio una patada a un compañero de calabozo y luego posteriormente a su colega. Ambos pasaron ayer ante el Juzgado de Instrucción número 3 de Zaragoza que acordó la libertad provisional.