La estación meteorológica que da información al Ayuntamiento de Mislata registró ráfagas próximas a los 34 km/hora, el tope legal a partir del cual es obligatorio desmontar la atracción, varias veces antes de la racha que hizo volar el castillo hinchable de la feria de Navidad, causando la muerte a dos niñas de 4 y 8 años y heridas a varios más. Así lo demuestran los datos que almacena ese medidor y que se publicitan a través del enlace de la empresa que da servicio de predicción al consistorio y a los vecinos de Mislata.
Según el histórico de los datos recogidos por esa estación, situada sobre la azotea del Ayuntamiento y a unos 800 metros en línea recta del punto donde estaba instalada la feria, la racha más potente, de 33,9 km/h según ese medidor, se produjo poco después de las 13.00 horas del 4 de enero, siete horas antes del fatal siniestro y cuatro antes de que el dueño decidiese montar la atracción, que se hincha y deshincha a diario.
El responsable del hinchable Humor Amarillo La Selva afirma que consultó -y la Policía lo contrastó en su móvil- el tiempo a las 16.00 horas y, dado que no había ninguna alerta meteorológica reseñable, decidió iniciar el insuflado de aire para poner en marcha la instalación y abrirla al público a las 17.00 horas.
Sin embargo, el viento racheado y potente había comenzado horas antes. La gráfica refleja seis ráfagas muy fuertes entre más o menos la una y las seis de esa tarde fatídica, todas ellas previas a la más fuerte, y que fue el detonante final del accidente. Ese séptimo vendaval se produjo pasadas las ocho y, según datos de esa estación, alcanzó los 53,2 kilómetros por hora, aunque Aemet registró ese día una racha máxima en Mislata de 72 km/h.
Según los datos, accesibles a cualquier persona a través de internet, el primer pico se produjo poco antes de las 13.00 horas y llegó a los 30,6 km/h. Minutos más tarde, pasada la una, se produce una nueva ráfaga de viento, esta mucho más potente, que llega a los 33,9, km/h, en el límite máximo permitido para que operen instalaciones de feria como la que se volaría unas horas después.
En torno a las 15.00 horas, el medidor capta una nueva racha fuerte de 30,6 km/h. Una hora más tarde, sobre las 16.00 horas, coincidiendo con el momento en que el feriante consultó el tiempo en su móvil, la estación meteorológica que da servicio a Mislata registra una fuerte ráfaga de viento que sube hasta los 32,2 km/h.
Las últimas dos rachas previas a la que levanta por el aire el hinchable se registran, con muy poca diferencia de minutos, alrededor de las 18.00 horas, cuando el castillo llevaba una hora en funcionamiento, según ha declarado su responsable. Esos dos picos vuelve a ser de 32,2 km/h, es decir, en el borde de los 34 km/h que obligan a desmontar, pero el hinchable continúa en marcha hasta que la octava 'ola' de viento, de 53,2 km/h según ese medidor, lo hace volar con nueve niños jugando en su interior y lo aplasta contra las vallas metálicas de la atracción contigua.
Entre 28 y 38 km/h hay riesgo
El informe técnico elaborado por un ingeniero de parte para el feriante, que es el documento que definitivamente da el visto bueno al montaje del castillo hinchable, recoge que una de las razones para desmontar o no llegar a poner en marcha, es precisamente el viento fuerte. "El hinchable certificado no debe utilizarse cuando el viento o ráfagas supera la velocidad máxima del viento límite y segura especificada por el fabricante". Y aclara: "Se recomienda una velocidad máxima del viento de fuerza 5 en la escala Beaufort (*) de 28 a 38 km/h", tras lo cual ejemplifica esa velocidad.
Esta información ha sido elaborada a partir de los datos que recoge la gráfica de ráfagas máximas de viento durante el pasado 4 de enero, ofrecidos por Inforatge y publicados en la web a través de la cual presta servicio de predicción y consulta al Ayuntamiento de Mislata, gracias a los datos que recoge la estación meteorológica fijada la azotea del consistorio y que está en marcha desde diciembre de 2014.
