Quizá hayas observado alguna vez en tu perro que de vez en cuando gruñe o se queda mirando a un punto fijo. De hecho, hay una leyenda urbana que dice que son capaces de ver o al menos percibir la presencia de fantasmas. Eso no está demostrado, pero sí que hay varios estudios que se han centrado en la demostración de que tienen capacidades extrasensoriales extraordinarias.

Por ejemplo, da la sensación de que son capaces de intuir de manera muy rápida nuestro estado de ánimo y tratar de ponerle remedio. Así, si estamos tristes o no hemos tenido nuestro mejor día, se acercarán y estarán más mimosos. Lo mismo puede suceder en el caso contrario, que nos vean alegres y estén más juguetones. Aparte, hay una teoría que habla sobre su empatía cuando existe dolor menstrual. ¿Pero hasta qué punto llegan sus capacidades? ¿Tienen una especie de sexto sentido?

Saben si mentimos

Los perros son capaces de entender alrededor de 150 palabras y más si van acompañados de un tono marcado o de gestos. También, según un estudio de la Universidad de Tokio, saben qué persona puede tener buenas o malas intenciones, por lo que muestran rápidamente confianza o desconfianza.

Los perros son capaces de detectar hasta cambios hormonales.

También son conscientes de quiénes les mienten y actúan en consecuencia al no hacerles caso con tanta asiduidad como con aquellas personas que siempre cumplen. Si le dices que vamos a la calle y es una broma, acabará enfadándose y no creyéndote. En definitiva, según el estudio, los perros identifican la mentira o la agresión, pero no saben exactamente qué es mentir o agredir.

Catástrofes

Muchos animales, no solo los perros, son capaces de predecir desastres y catástrofes. Se detectó que una semana antes del terremoto de magnitud 9 de Japón, el de Fukushima, los gatos estuvieron más estresados y con comportamientos raros y las vacas bajaron la producción de leche.

Tienen una sensibilidad especial por los imperceptibles (para nosotros) cambios de sonido e incluso saben qué cambios hormonales tenemos en nuestro cuerpo. Al ser animales de costumbres, cualquier mínimo cambio les hace estar alerta y, por tanto, ese cambio de comportamiento es el que alerta sobre algo.

Así que se puede concluir que sí, que son tan sensoriales que cualquier mínima alteración, unido a su gran capacidad para asociar sonidos y olores a comportamientos, hacen que sean animales muy listos.