El método CaCo, la mejor forma de comenzar a correr sin que te den ganas de dejarlo en un día

Uno de los deportes más sencillos de hacer y que más beneficios trae es correr. Es barato si quieres (si tienes un reloj inteligente, un brazalete para el móvil, auriculares deportivos o airpods y unas zapatillas carísimas pues no tanto, la verdad), efectivo y muy agradecido, ya que permite ir estableciéndote metas poco a poco y superarte a ti mismo.

Sin embargo, los inicios pueden llegar a ser un suplicio. Tengas una forma física mejor o peor, comenzar a correr no va a ser nada fácil, pero necesitas constancia, perseverancia, paciencia y mucha fortaleza mental.

Lo más normal es que salgas, te ahogues a los tres minutos, no seas capaz de aguantar ni 15, que el corazón se te salga del pecho y que al día siguiente te duelan tanto los músculos de las famosas agujetas que se te vayan las ganas de volver a probar. El caso es que lo acabas dejando enseguida.

La clave es no empezar a tope desde el comienzo y ser consciente de tus limitaciones y de tu punto de partida. Por ello, la mejor manera de comenzar es poco a poco y por ello, seguir el método CaCo es una magnífica opción para principiantes.

En qué consiste

A la hora de hablar del método CaCo se habla de dos conceptos que se unen en una misma palabra. 'Ca' hace referencia a caminar y 'co', a correr. Es decir, que es la combinación de caminar y correr.

Tiene varios objetivos y beneficios. Lo principal es que te ayuda a hacer ejercicio, pero sin "morir" en el intento, ya que se combinan periodos de mayor actividad con otros de pausas. Recuerda que andar es uno de los ejercicios más efectivos a la hora de perder peso y que también ayuda, aunque en menor medida, a fortalecer ciertos músculos.

Por otra parte, ayuda a que precisamente la musculatura vaya cogiendo fuerza poco a poco y no de una manera muy brusca, lo mismo que sucede con las articulaciones. El cuerpo experimentará una adaptación paulatina.

¿Cómo se lleva a cabo?

Hasta aquí todo bien, pero lo que quiero saber es cómo hacerlo en concreto. Ponte de primeras un tiempo de media hora y empieza andando el doble. Es decir, 20 minutos andando y 10 corriendo. Pueden ser cinco andando y dos y medio corriendo, cuatro y dos... Las alternativas son varias.

Ve poco a poco (muy importante, poco a poco), aumentando el número de minutos corriendo y reduciendo los de caminar hasta que puedas estar media hora corriendo seguida. A partir de ahí, tus huesos, músculos y corazón podrán soportar más distancia e intensidad y te sentirás mejor.