Maribel Verdú se convertirá en una madrastra mala malísima en su próximo filme, Blancanieves, una ambiciosa recreación del cuento clásico realizada como en los viejos tiempos: con cine mudo en blanco y negro. "Ya estaba harta de interpretar personajes que sufren y son maltratados", declaró ayer la actriz española en un descanso del rodaje que estos días se lleva a cabo en la Masía Bach, a las afueras de Barcelona.

Maribel Verdú está encantada con la posibilidad que le ha dado el director bilbaíno Pablo Berger (Torremolinos 73). "Me lo paso como una enana. Hacer de mala es muy divertido", destacó Verdú, radiante y feliz tras rodar una escena en la que iba vestida como una amazona. Describió su personaje como una mujer "sin piedad, que se los carga a todos y llega a ser patética".

CELOSA DE SU VIDA PRIVADA Madrastra rima con abuelastra, un rol que la actriz ha asumido hace algunas semanas. Ella no ha tenido hijos pero su marido, el productor Pedro Larrañaga, con el que se casó hace 12 años, sí tuvo descendencia con otra mujer en una relación anterior.

Ese niño, que ahora tiene 28, acaba de ser padre, lo que le convierte en abuelo a él y en abuelastra a su mujer. "Si quieres saber del tema googelea, circulan muchas cosas por ahí", contestó la actriz, que suele esquivar los asuntos privados.

Esta nueva y ambiciosa versión de Blancanieves se basa en el clásico de los hermanos Grimm que muestra cómo una mujer obsesionada por ser la más bella obliga a un cazador a matar a su hijastra, su rival. Pero este se apiada de la niña y la abandona en el bosque, donde será rescatada por unos enanitos. En el filme, ambientado en el sur de España de los años 20, la chiquilla --interpretada por Sofía Oria cuando es pequeña y por Macarena García, de mayor-- se unirá a un circo con enanos toreros.

"Desde el principio supe que necesitaba a Maribel para este proyecto", señaló ayer el director, que ha reunido a un gran reparto con Daniel Giménez Cacho (padre de Blancanieves), Josep Maria Pou (apoderado taurino), Ángela Molina, (abuela de Blancanieves) y Pere Ponce, que es más que un cazador. "Soy su esbirro y su amante", dijo mirando a Maribel Verdú, su dominatrix en la ficción. Se les ve encantados con esta aventura muda. "Es un cine más visual y poético. Puedes explorar otros recursos", señaló Pere Ponce. "Hay mucho trabajo gestual. Quizá Tricicle nos contrate", bromeó Verdú.