Unos cuentan que es por devoción, otros que la tradición manda, y los menos religiosos simplemente dicen apreciar la belleza que desprende la imagen de una procesión por una pequeña esquina entre olor a azahar e incienso mecida al son de una banda de música. Lo cierto es que en cuanto se ven los primeros capirotes de nazareno numerosos personajes del papel cuché se lanzan a las calles de cualquier ciudad andaluza para vivir con intensidad y fervor algunas de las procesiones más conocidas de España. Y ocultos entre las aglomeraciones de gente se convierten por obra y magia de la Semana Santa en unos expertos "capillitas".

Sevilla y Málaga se llevan la palma en cuanto a concentración de famosos, aunque poco a poco se le van sumando otras ciudades. El más madrugador suele ser Antonio Banderas, quien desde hace 15 años no perdona un Domingo de Ramos en su Málaga natal para participar en el cortejo procesional de su hermandad, la Señora de Lágrimas y Favores de las Reales Cofradías Fusionadas.

El actor no ha dudado incluso algunos años en llevar sobre sus hombros el trono de la Virgen de Lágrimas y Favores, aunque en los últimos ha optado por un recorrido más liviano. Así, toma el papel de mayordomo, el encargado de marcar el ritmo y las paradas a los cofrades que portan las imágenes. Es precisamente la tarea que asumió este domingo pasado, en el que Banderas volvió a vivir la jornada religiosa con toda su intensidad.

Lo suyo, el de Banderas, es un fervor que continúa el resto de la semana: en ocasiones anteriores ha sido portador con la cofradía del Paso y La Esperanza y es Legionario de Honor del Cristo de Mena, que procesiona el Jueves Santo tras desembarcar en el puerto escoltado por la Legión, siendo este uno de los actos de la Semana Santa malagueña más populares

Ahora con Nicole Kimpel

Su pasión se ha contagiado a su familia, primero a Melanie Griffith, que en el pasado llevaba a Málaga Stella del Carmen y a sus hijos Dakota y Jesse Johnson, y ahora a Nicole Kimpel, la holandesa con quien comparte su vida desde el 2014 --acaban de adquirir una espectacular casa en Inglaterra--, tras el divorcio de Melanie. Eso sí, los invitados prefieren verlo todo desde un balcón en la céntrica calle Larios, lugar privilegiado que permite no perderse un solo desfile procesional mientras se disfruta de un catering para amenizar la espera viendo pasar a los nazarenos.

En esos balcones suele concentrarse también la saga de las Campos: Teresa Campos, acompañada en los últimos años por Emilio Bigote Arrocet, y Terelu. La última en unirse ha sido la baronesa Thyssen, Tita Cervera, muy vinculada a la ciudad desde que inauguró allí su museo. Tita ha sido invitada en alguna que otra ocasión a contemplar la salida de la Iglesia de Fusionadas. Borja Thyssen, ahora metido en problemas con el fisco --Hacienda le reclama tres años de prisión por evasión de impuestos--, también ha llevado algún año la imagen del Cristo de la Exaltación con sus hijos de nazarenos escoltados por Blanca Cuesta.

El otro punto que congrega la atención de los famosos es Sevilla. Miles de personas se concentran el jueves por la noche ante la basílica de la Macarena para ver salir a su virgen, por lo que