Custodia 50.000 documentos desde los años 70 a la actualidad en el Centro de Recuperación de Pegatinas, que sigue recogiendo documentos históricos. Se pueden enviar al apartado de correos 139 de Monzón.

—¿Qué es el Centro de Recuperación de Pegatinas?

—Lo que era una colección particular con el paso del tiempo se ha convertido en un archivo y ahora, también en una editorial. Pretende ser un archivo de historia contemporánea que tiene más de 50.000 documentos y sigue creciendo. Todavía van apareciendo en Aragón cosas que no están catalogadas y todas aquellas personas que tengan cosas por casa sin ningún sentido si las envían al centro ya saben que estarán archivadas y documentadas para la historia.

—¿Qué hace especiales a las pegatinas?

—La base de este archivo son las pegatinas pero también guardo multitud de documentos que me han ido dando a través de donaciones o que he conseguido en rastrillos de segunda mano. Es un archivo desde principio de los años 70 hasta la actualidad y la función de los archivos es guardar la sabiduría de multitud de personas y de colectivos para en la posteridad poder decir y demostrar lo que se hacía en esos tiempos.

—Son testigo de la Historia.

—Lo bueno que tiene un archivo es que puedes hacer callar a mucho tertuliano de televisión y muchos historiadores trileros porque nos cuentan lo que quieren, en cambio, en los archivos está la realidad de lo que ha pasado con esos documentos.

—¿Cuánto tiempo lleva coleccionando documentos?

—Más de 30 años. Primero lo guardaba por guardarlo y luego lo fui clasificando y archivando. Todo está clasificado por temas, el 1 de mayo, el cómic, la mujer, la Transición, las lenguas…

—¿Qué salida han tenido?

—Hasta el momento se han hecho 108 exposiciones en todo tipo de localidades, quizá la más importante es la colaboración con el Reina Sofía que ha digitalizado mi archivo Picasso y el Guernica en pegatinas y que se puede ver en la web Repensar Guernica.

—Y lo que queda, ¿no?

—Ya tengo 51 años y con el paso del tiempo te planteas qué vas a hacer con semejantes toneladas de material y es algo que todavía no lo sé porque tampoco nadie me indica dónde podría llevarse, qué podría hacerse con este material. He editado el libro La nueva cultura del agua y otro que se llama Carlos Azagra y Encarna Revuelta y estoy preparando Mujeres en pie puesto que también considero importante que esta sabiduría recogida pueda ser mostrada a la sociedad.

—¿Dónde tiene guardado el archivo?

—Está en un almacén con multitud de exposiciones montadas y paradas y conforme pasan los años te planteas qué hacer con todo esto. La última exposición que he creado es 40 años de Constitución, pero cuando he buscado sitios donde llevarla, no interesa. Y es una pena. Creo que es una exposición tan fidedigna que da hasta miedo porque de la Transición nos cuentan lo que quieren y si tú ves esta exposición dices: lo que me están contando algunos historiadores tiene poco que ver con lo que yo expongo con documentos originales.