Zaragozano con mil vidas y amante del arte, es el coordinador de Postales desde el Limbo. Una curiosa exposición solidaria que cumple 10 años y en la que participan más de 650 artistas. Desde mañana al lunes, en el Cuarto Espacio.

—Postales desde el Limbo inaugura hoy su décima edición...

—Hoy inauguramos para artistas y sin venta. Ten en cuenta que es la única exposición que, según se compra, se desmonta, y es la única forma de que se vea entera. Después, de mañana al domingo, abrimos de 10 a 21 horas. Y el lunes por la mañana. Y las postales empiezan vendiéndose a 40 euros y las vamos bajando de precio 10 euros al día,

-Es un formato curioso por muchas razones. También porque los compradores no saben el nombre del autor hasta que no se lleven la postal, Uno puede irse a casa con un Cerdá... ¡O con un Aguelo!

-O con un Oliveros, que a alguno ya le ha pasado (risas). La magia del Limbo es que tu compras lo que te gusta. En algunos casos, hay artistas de prestigio cuya obra se puede reconocer. Otros, juegan al despiste. Para ellos, esto es también un divertimento. ¡Y también compran!

-¿Cómo nació el proyecto?

-El Limbo se inspira en una iniciativa que nació hace 22 años en Nueva York. Javier Almalé y Nieves Añaños, de Versus, pensaron que se podía trasladar aquí. Al final, decidimos hacerlo. Fue un exitazo. Y muchos de los artistas que se sumaron entonces siguen estando ahí a día de hoy. Estoy pensando en Eva Armisén, Jorge Gay, Pepe Cerdá... U otros que se incorporaron después, como Monú, Julia Dorado, Gejo, Jorge de los Ríos, Nacho Bolea, Azul... Los artistas tienen un idilio con el Limbo y nosotros con ellos.

-En su historia de amor también hay un pequeño ejército de voluntarios.

-La idea es posible gracias a ellos, que llevan días trabajando, y apoyos como el de Fundación CAI, que nos ha ayudado desde el primer año, la DPZ, La Zaragozana o Sangría Lolea.

-Todo lo recaudado va al Centro de Solidaridad de Zaragoza-Proyecto Hombre, en el que ha trabajado durante años.

-¡Y sigo! Estamos en el entorno de los 17.000 euros al año. Todo lo que hacemos con el mundo del arte es especial. Este año, hemos podido realizar, gracias a Caixabank, unos talleres de grabado con Lina Vila, en la fundación Ana Aragüés, que han resultado preciosos.

-En su biografía hay otras muchas historias. Ha hecho radio, tele, es parte del Plata, agitador cultural... ¿Me lo contará algún día?

-El día que quieras, por supuesto, tomando algo en el Plata.

-Cuénteme algún secreto de los autores, aunque no me diga quién es quién.

-Más que un secreto, será una anécdota. A lo largo de diez años, la cantidad de postales que han pasado por nuestras manos es increíble. El otro día nos llegó una caja de postales desde Irlanda. Es de un artista que allí vende sus cuadros entre 10.000 o 15.000 euros. Tendemos a hablar de los creadores aragoneses pero es que tendemos obras de 32 países, desde Canadá a Irán. Eso es impresionante.

-¿Qué pasa con las obras que no se venden cuando acaba el Limbo?

-Este año, como novedad, abriremos un espacio donde estarán las obras que no se hayan vendido en la calle Heroísmo. La idea es seguir generando proyecto.