Últimas horas en Afganistán. La orden de replegarse a mediodía está dada. Allí aún permanecen el embajador y su número dos, una veintena de policías y unos 70 militares. El compromiso del Gobierno es firme: traer al mayor número posible de colaboradores afganos y sus familias. Con los motores encendidos, en medio del caos tras los atentados, nuestros aviones recogían in extremis a 241 personas, que llegaban ayer a Torrejón de Ardoz. Está previsto que dos -y si fuera posible- tres aviones más salgan de Kabul en las próximas horas. Aquí, hoy cuarta reunión del grupo interministerial que coordina el operativo, que hará balance. Casi 2.000 personas, 631 menores han sido evacuados. Algunos afganos, colaboradores de instituciones europeas, ahí los vemos, están siendo alojados en hoteles de la capital.

Se precipita el final de las misiones internacionales de socorro. Alemania la da por terminada. Francia e Italia se apuran para repatriar a sus embajadores. Reino Unido, sin embargo, asegura que los ataques no van a cambiar sus planes.