Fueron muertes evitables consecuencia de graves negligencias. Es la conclusión de la familia del soldado Carlos León con las primeras declaraciones de algunos de sus compañeros. Denuncian que la cuerda que tenía que servir de línea de vida para cruzar el lago carecía de elementos de seguridad y que el capitán les ordenó no agarrarse a ella. Cuando algunos empezaron a agarrarse dijo soltaros que eso solamente es para cuando ya no podáis más. Entonces patear, patear. Cuando se agarraron todos a esa cuerda pues la cuerda se hundió y se hundieron los militares. Entonces habría soltado la cuerda para tirar de ellos hacia la orilla. La baja temperatura del agua, el peso de las mochilas, algunas con carga extra como castigo, y la ausencia de otras medidas de seguridad propiciaron el desastre. El abogado de Carlos León amplía la denuncia a toda la cadena de mando y a Defensa, como responsable civil subsidiaria. Les atribuye dos delitos de homicidio doloso.