El empresario Juan Carlos Cueto, investigado por el caso Koldo, llegaba este miércoles a la Audiencia Nacional con gorro y gafas de sol. El juez le coloca como el cabecilla, quien tuvo un papel dirigente, dice, en la génesis y la ejecución de los contratos que se investigan. En su primera declaración ha negado el pago de comisiones por la adjudicación de los contratos y asegura que no realizó la compra de material sanitario para enriquecerse sino en favor de los españoles. Ha salido de la Audiencia Nacional en libertad con medidas cautelares. En el auto el juez narra cómo Cueto conoce al asesor del Ministerio, Koldo García Izaguirre, a través de otro de los investigados, Víctor de Aldama, considerado por el magistrado como la persona que tenía un pase especial en el Ministerio. Fue él quien se enteró de que Transportes necesitaba material de protección y quien presentó.