Desechos en lágrimas y todavía con el miedo en el cuerpo se reencuentran los hijos secuestrados con sus padres. Se los llevaron durante 20 largos días. Algunos todavía están en shock y al límite de sus fuerzas. Durante la noche, un grupo armado entró en los dormitorios de una escuela secundaria en Kaduna al noroeste de Nigeria y secuestró a 121 estudiantes. Tres semanas después, no todos han vuelto. Los padres buscan desesperados a sus hijos en el bus que trae a los 28 liberados. Cinco niños consiguieron huir cuando los secuestradores los enviaron a buscar leña pero no se tiene noticia de los demás. Este, es el último de una serie de secuestros masivos que exigen cuantiosos rescates y actúan en escuelas vulnerables de lugares desprotegidos. Ahora, ellos están a salvo, pero es difícil superar el miedo cuando los ataques se repiten en tan poco tiempo.