El Papa Francisco no piensa renunciar jamás. Pese a sus 87 años y su delicado estado de salud, Jorge Bergoglio descarta emular a su antecesor en una autobiografía que está a punto de publicarse. El Pontífice también ha confesado que, cuando llegó a la Santa Sede, muchos le querían muerto e intentaron poner a Benedicto XVI en su contra.