La polémica reconversión de los cacahuetes de la Expo en viviendas sigue dando titulares. Los de este viernes han sido dos. Al menos los dos más importantes. El primero ha llegado desde el Gobierno de Aragón, que ahora dice que no financiará con los fondos europeos las 500 viviendas que quiere construir en Ranillas. Y el segundo desde el Ayuntamiento de Zaragoza, porque Jorge Azcón va a proponer a Javier Lambán crear un grupo de trabajo, en el seno de la bilateral, para analizar las necesidades y prioridades de la capital en materia de vivienda pública.

La bilateral se celebra el próximo lunes y se prevé que solo se sellen aquellos acuerdos obligados y que colean desde hace años. El encuentro no llega en el mejor momento porque desde que se sabe que Azcón será el nuevo presidente del PP en Aragón y posible rival de Lambán, el discurso de uno y otro se ha endurecido. Ambos ejercen de oposición.

El alcalde ha anunciado este viernes durante la sesión plenaria que instará al presidente de Aragón a crear un grupo de trabajo en el que se confronten ambos modelos en materia de vivienda: el que se centra en la Expo y el que quiere llegar a todos los barrios de la ciudad. Este último es el que defiende Azcón, que ha afirmado que «lo más sensato» es que ambas instituciones se sienten a dialogar y tengan «la responsabilidad suficiente para solventar un problema como es el de la vivienda». Lambán no ha tardado en aceptar la propuesta del alcalde «para dialogar y crear mesas de encuentro» sobre vivienda que, ha dicho, también debían contar con la sociedad civil y la Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y Provincias (FAMCP).

Primero, el proyecto

Lo que quiere el alcalde, sencillamente, es conocer el proyecto de la DGA, que todavía no ha trascendido y que no aclara cómo podría financiarlo, ahora que no va a hacerlo con los fondos de la Unión Europea destinados a la rehabilitación de vivienda. 

En el Gobierno de PP-Cs todavía no conocen qué es lo que quiere hacer Lambán en la Expo. «Nos merecemos el respeto de la DGA y que nos de a conocer el proyecto», ha declarado el primer edil, que ha explicado que, por una cuestión de cortesía institucional, antes del debate sobre el estado de Zaragoza se preocupó de informar al presidente aragonés de sus anuncios, algo que, ha dicho, no hizo Lambán. Así que el alcalde conoció los planes del presidente autonómico en directo, desde la tribuna de las Cortes.

Ahora Azcón insiste en que el ayuntamiento debe conocer el proyecto de reconversión de los cacahuetes, su necesidad, viabilidad y legalidad, cuestionada desde la casa consistorial desde el mismo momento del anuncio. 

Este viernes ningún miembro del Gobierno de PP-Cs ha mencionado nada sobre que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) no permita hacer viviendas, como han defendido hasta ahora. Una modificación de 2013 permitiría levantar una residencia o un edificio con usos compartidos, como adelantó EL PERIÓDICO. Tampoco se ha hecho referencia a que esa jugada activaría la cláusula de retracto. 

«Hay un problema muy serio con la vivienda en este país y este asunto no debería ser un lodazal político. Deberíamos hacer un esfuerzo por llegar a acuerdos», ha afirmado Azcón, cuya formación (PP), ha votado en contra de modificar el PGOU para que se permita el «uso residencial» en la Expo. También Cs y Vox, mientras que ZeC se ha abstenido y PSOE y Podemos lo han hecho a favor. El resultado: el pleno de Zaragoza rechazó el proyecto para construir vivienda.

El concejal del PSOE, Horacio Royo, ha instado al alcalde a que explique «por qué lleva dos semanas enganchado en un berrinche y oponiéndose a un proyecto que es objetivamente bueno para Zaragoza» y «una oportunidad para regenerar una brecha en la ciudad consolidada, que es un desierto urbano cuando se cierran las oficinas».

"Mil problemas constructivos"

Por su parte, Fernando Rivarés, de Podemos, ha explicado que «los proyectos financiados por los fondos de la UE, el ayuntamiento debe destinarlos a rehabilitación, pero hablamos de construir vivienda pública que pagará la DGA y para eso hay que modificar al PGOU».

Desde ZeC, Pedro Santisteve, ha criticado que se esté utilizando «políticamente» este asunto . «Si se podía hacer desde el 2013 ¿por qué se plantea ahora? Porque se están disputando entre las dos instituciones el dinero de la comunidad europea», ha resumido.

El concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, ha explicado que hay «mil» problemas constructivos en los cacahuetes de la Expo porque no tienen ni luz natural ni ventilación. «Es un proyecto poco sostenible» porque destinar unos edificios de oficinas a viviendas exige muchos cambios, como «desguazar las cubiertas para crear patios y que haya luz», además de los inconvenientes energéticos, ha apuntado.

El titular de Urbanismo ha advertido que en el caso de que la DGA aplique el artículo 140 de la Ley de Urbanismo de Aragón, nunca antes utilizado, para saltarse la modificación del PGOU, como se dice, vendría a ser «como aplicar el 155 de la Constitución». «Este ayuntamiento hará valer la legalidad y, en todo caso, el derecho que tiene a regir sus propias políticas de vivienda y lo que es el planeamiento urbanístico», ha avisado.