Comienzan a ser visibles los primeros resultados de la reforma de la calle Predicadores, en el zaragozano barrio de El Gancho. A falta de retoques estéticos y la colocación del mobiliario urbano y otros elementos, ya se puede vislumbrar cómo quedará la obra terminada en el primer tramo de esta vía, el que va de Cesar Augusto a la esquina con Mosen Pedro Dosset.

En esta parte se hace evidente, en primer lugar, el ensanchamiento de las aceras, que ahora disponen del doble de espacio. El segundo detalle importante son los adoquines. Como se anunció, han desaparecido, y ahora la calzada está cubierta con una capa de hormigón gris con áridos graníticos, una especie de piedrecitas que harán más resistente el firme, lo que evitará que se deteriore tan rápido como pasaba con los adoquines. Además, las aceras y la calzada están enrasadas a cota cero.

“Me gusta como está quedando. Está totalmente distinta y, además, a lo mejor me dejan poner terraza, que llevo 30 años aquí y nunca había podido”, cuenta José Antonio, del bar Papeo. “La última reforma fue cuando pusieron los adoquines, hace 25 años creo, pero quedaron unas aceras muy pequeñas. Ahora se ve una calle muy moderna”, añade este hostelero.

Pero toda reforma tiene su contraparte. “Llevo tres meses teniendo que cerrar a las 17.00 de la tarde. Con las obras no venía nadie. Ahora empieza a mejorar la cosa, pero como está la pandemia también, pues no va muy bien”, cuenta José Antonio.

Las obras comenzaron el pasado 18 de octubre y el plazo de ejecución marcado era de seis meses, por lo que la nueva calle Predicadores tendría que inaugurarse a mediados de abril. Y por el momento las máquinas solo han entrado hasta el cruce con Mosén Pedro Dosset, una vía que también se ha restaurado.

Las aceras de la calle son ahora mucho más anchas. Las obras tendrán que estar terminadas en abril, en apenas tres meses. EL PERIÓDICO

“En plazo no van a terminar, eso te lo digo yo”, ríe Esther Ulzurrun, de la Panadería Pasquier. “Eso sí, cuando termine quedará muy bien. A los vecinos les gustaba el adoquinado, que queda muy mono pero para mantenerlo es horrible. Además, los coches al pasar hacían mucho ruido y hasta se les rompían las ruedas”, añade la mujer.

La antigua Predicadores estaba llena de baches y en la actualidad, la parte reformada, ya deja ver el trazado sinuoso de la calzada, hecho así para reducir la velocidad de paso de los vehículos a motor, que quedará limitada a 20 kilómetros por hora. “Antes se ponían aquí en doble fila y se armaba un follón…”, dice Ulzurrun.

Esther Ulzurrun trabaja en una panadería de la calle. En poco tiempo las máquinas comenzarán a picar frente a su negocio. EL PERIÓDICO

En la nueva calle van a plantarse 20 árboles, de los cuales, de momento, ninguno se deja ver. “Espero que haya arbolicos, sí. Lo de los adoquines me daba igual, pero que las aceras vayan a ser más grandes hace que la calle gane mucho. De momento, eso sí, parece un poco cutre, pero tampoco puedo predecir cómo quedará”, cuenta una vecina de la zona, de nombre Olga.

En la reforma de Predicadores se han invertido en total 935.621 euros y se actuará en 7.000 metros cuadrados en total, como ya contó en detalle este diario. La está llevando a cabo el área de Infraestructuras, al frente de la cual está la concejala Patricia Cavero (PP). La obra está fuera de la llamada Operación Calles, que está ejecutando Ecociudad, pero entra dentro de la estrategia que está llevando a cabo el alcalde, Jorge Azcón, para hacer valer su legado al frente del ayuntamiento. El tiempo dirá los zaragozanos lo valoran.