Los patinetes eléctricos y compartidos de Zaragoza pronto cambiarán de diseño y de dueño. Las empresas Boltest Spain y Reby Rides han ganado el concurso público municipal y en las próximas semanas comenzarán a desplegar sus flotas, de hasta 600 unidades por cada compañía con la última tecnología aplicada. Ambas deberán pagar un canon anual por unidad al año por el uso del espacio público e invertir 15.000 euros como mínimo en campañas de sensibilización y fomento de la movilidad sostenible, como la construcción de carriles bici.
La oferta económica de Boltest Spain se eleva hasta los 310.000 euros mientras que la de Reby ha sido de 300.000 para una concesión de tres años, con posibilidad de otro más. El precio por minuto de la primera será de 0’0395 euros y de la segunda o’164 euros. Para los abonados se reduce a 0’01 euros.
Una vez que empiecen a operar en la capital aragonesa se acabará la libertad para estacionar el patinete en cualquier lugar porque los vehículos tendrán mecanismos de control para garantizar que se estacionan en los lugares habilitados. Por ejemplo, deberán incluir un candado tanto físico como digital y, hasta que no esté anclado en uno de los lugares habilitados, el tiempo de uso (y pago) seguirá en marcha.
Mejor tecnología
La empresa que más puntos ha obtenido en el concurso ha sido Boltest Spain, cuyos patinetes tendrán intermitentes, reflectantes y un sistema de reducción automática de la velocidad en situaciones con pavimento deslizante o tipos de asfalto gracias al mapeado previo de la capital aragonesa.
Por otro lado, Reby, que también ganó el concurso de motos eléctricas compartidas, se ha quedado en segunda posición y, además de compartir las características de Boltest Spain, ofrece unos patinetes con cámaras que distinguen entre peatones, vehículos o señales de tráfico.
La concejala de Movilidad, Natalia Chueca, ha explicado que con esta adjudicación «se completa la ordenación de la micromovilidad compartida» que también incluye las bicis y motos eléctricas.
