Los bomberos de Zaragoza han intervenido este lunes en la Basílica del Pilar por la caída de cascotes de una de las torres, la que se encuentra en la calle Milagro de Calanda con el paseo Echegaray. Según han explicado fuentes municipales, no se han producido daños importantes y, tras la inspección realizada, no hay riesgo de que haya más desprendimientos.
Ha sido la propia vicealcaldesa, Sara Fernández, la que ha dado el aviso sobre las cuatro de la tarde a los bomberos y a la Policía Local, que rápidamente ha acordonado la zona. Hasta la zona se ha trasladado una autoescala automática de 30 metros y dos unidades de mando y comunicación, que han comprobado que se había desprendido una moldadura ligera de hormigón y han constatado que no había peligro.
Según fuentes del ayuntamiento, lo que se ha desprendido es un revestimiento exterior que se utiliza para tapar las juntas, en concreto, el revoco de una de las molduras.