El Buñuel no quiere reblar

El Buñuel no se rinde. Este es el eslogan con el que un grupo de vecinos y colectivos del Gancho y de toda Zaragoza crearon el llamado Centro Social Comunitario que le ha dado vida y cuidados desde hace años a este antiguo edificio que no tenía uso antes de su aparición. Un lema que ahora toca sacar a relucir justo cuando han asumido que todas las sentencias condenatorias les obligan a abandonar el edificio y entregar las llaves del mismo al consistorio el próximo día 23.

Pero si esta decisión, que adelantó EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, supone un varapalo a su futuro inmediato, lo que no quieren es rendirse o que su salida parezca una rendición o una derrota. Eso es exactamente lo que evidenciaba el hecho de abandonar la batalla en los tribunales para seguir siendo su inquilino, por una cuestión meramente económica. Se irán, sí, eso no lo niegan, pero peleando en la calle. Y para ello están diseñando un calendario de protestas en el que ya aparecen algunas fechas. La primera, al menos que se sepa, la del próximo día 12, para una asamblea a las 19.00 horas para informar a todos los que estén interesados de cuál es la situación y participar en la elaboración de medidas o iniciativas con las que reivindicar el papel del centro Luis Buñuel. La segunda, el día 18, con una concentración ya convocada en la plaza del Pilar.

El colectivo Luis Buñuel abandonará el centro el 23 de enero

Al menos eso es lo que se trasladaba en el mercadillo celebrado ayer por la mañana en el edificio del antiguo instituto. Bajo una pancarta en la que se podía leer: «¿El último mercadillo?». Bajo este gran interrogante, que es el que ahora todo el mundo puede hacerse, daban la fecha de la convocatoria y animaban a participar en ella para «defender lo nuestro». Si el Buñuel va a pelear por sobrevivir, hay que dar la bienvenido de nuevo al hashtag #ElBuñuelnoserinde. Si es por no entregar las llaves, la decisión es otra cosa.

Esta última sería desafiar lo que dicen las sentencias de los tribunales, que es lo que lleva persiguiendo en ellos el equipo de Gobierno PP-Cs en el consistorio. Sería mantener un pulso que se inició cuestionando el acuerdo de cesión concedido por ZeC cuando gobernaba y que ahora han invalidado los jueces.

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