PATRÓN DE LOS ANIMALES

Una mañana entre 'vivas' y ladridos a San Antón

Centenares de zaragozanos acuden a la misa y a la procesión en San Pablo para bendecir a sus mascotas

Los perros destacaron en una cita a la que no faltó la célebre burra Chenoa

Zaragoza celebra una multitudinaria bendición de San Antón

Jaime Galindo

A. A. A.

El casco histórico de Zaragoza se ha llenado este miércoles de 'vivas' a San Antón, expresiones populares entre las que se colaba algún que otro ladrido, maullido e incluso algún rebuzno. Y es que, tras la tradicional misa celebrada en honor al patrón de los animales, una multitudinaria procesión ha recorrido las calles del céntrico barrio del Gancho para culminar en la plaza San Pablo, junto a la iglesia que comparte el mismo nombre, desde donde el párroco bendijo a todas y cada una de las mascotas a las que sus dueños acercaron hasta el lugar.

Como es habitual, los perros han destacado en número sobre el resto de animales, entre los que también había gatos, caballos y, cómo no, la presencia de la burra Chenoa, una celebridad en esta festividad. Nadie ha querido perderse esta cita tan señalada, y la mayoría de los asistentes han importalizado el momento con sus móviles. También se han dejado ver jóvenes por la zona, algunos de ellos extranjeros, que asistían con curiosidad a un acto que en Zaragoza es tradición.

En cuanto a las protagonistas, el hecho de que a los animales se les considere parte de la familia se convierte en algo literal en algunos casos, como en el de los perros Thor y Yako, como ha reconocido Rosa: "Mi cuñado José Manuel es el dueño de Thor, y yo traigo a Yako. Es el segundo año que venimos y, por el parentesco, siempre decimos que son primos hermanos". En ese momento, un viandante se detenía con ambos canes, y con un "¡qué majos!" sentenciaba su admiración por ellos. Lo mismo le ha sucedido a una anciana, que se ha detenido junto a dos pequeños perros y se ha lamentado de no haber tenido mascota. "Con lo que me gustan los animales, y no he tenido nunca ninguno", decía, y añadía que ahora "ya es tarde". Ante esta rotunda afirmación, la dueña de uno de los animales le espetaba que, para adoptar una mascota, "nunca es tarde, mujer".

El momento de las bendiciones también ha dejado varias curiosidades. Había quien ni siquiera podía elevar a su mascota, e incluso se quejaba del esfuerzo que ello suponía. "Sí que pesa, sí. Encima, está flipando con tanta gente y tanto animal", se escuchaba decir a una de las dueñas que pasaban por el altar improvisado. Por su parte, los caballos de la Policía Nacional tampoco han querido perderse la cita, en un año de celebración para el cuerpo, que cumple 200 años de vida.

Y, para culminar, un hombre se ha subido al escenario y ha interpretado una jota en honor a los presentes, dedicándosela a todos los congregados, fueran humanos o no, culminando con un nuevo 'viva' a San Antón, momento en el que ha llegado a emocionarse. Tras ello, la gente ha decidido completar la lluviosa mañana en el vermú con sus seres queridos, y la jornada se ha dado por finalizada con una expresión tan típica como sugerente en días así: "Echamos una cerveza ahora, o qué".