La vida le cambió Vanesa Millán, una joven zaragozana, cuando tenía 23 años. Pesaba 109 kilos con sus 1,66 metros de altura, no dormía y tenía serios problemas de retención de líquidos. La demora en la intervención de cirugía mórbida en el sistema público hizo que decidiera ir a una clínica privada. Se operó en la Montpellier en el 2007 y la diferencia ha sido notable: ahora pesa 58 kilos y ha pasado de una talla 54 a una 38.

"Obviamente el cambio ha sido a mejor. No me arrepiento de nada. Con el tema del sueño ya tuve un pequeño susto, me dormí al volante y casi tuve un accidente. Pero no era solo eso, me dormía en las salas de espera, en el autobús. Al mes de que me operé el problema desapareció", relata.

Cuando pensó en someterse a la intervención, Vanesa investigó por internet, buceó en las distintas técnicas disponibles y decidió ponerse en manos del doctor Resa. "En el Royo eran tres años y pico de lista de espera. Me pareció demasiado y sigo pensando que es alucinante lo que hay que esperar para operarse. Conozco gente que está desesperada", relata la joven, que admite que el precio estuvo a punto de "echarla para atrás".

Animada por su familia, se decidió a pasar por quirófano. "Me operaron un lunes por la tarde y el jueves ya estaba en casa", comenta. "Me ha cambiado la vida en todo. No me duermo, no retengo líquidos y tengo una movilidad normal. Antes casi ni podía ponerme los calcetines", relata.