La nieve acumulada en las cabeceras de los ríos del Pirineo aragonés supone (una vez transformada) 218 hectómetros cúbicos de agua menos de lo que sería normal a estas alturas del año. De hecho, solo son 91 hectómetros los que se han fundido, cuando la media es de 300. Así, en el Noguera Ribagorzana se acumularon 17 hectómetros y la media es de 39, en el Ésera 22 en lugar de los 60 de media, 20 de 60 en el Cinca o 12 en el Gállego (58 de media).