Unión Progreso y Democracia se quedó tan solo a 300 votos de conseguir representación en las Cortes de Aragón en las elecciones del 2011. Todo un hito para una formación que apenas tiene siete años de vida y que ha conseguido entrar en el Congreso de los Diputados y otros parlamentos autonómicos, como el asturiano o el vasco, por citar solo dos. En Aragón es, por tanto, la primera formación extraparlamentaria. "Hace seis años hablábamos de regenerar la política, y ahora somos alternativa de gobierno, estamos consolidados y nuestros planteamientos encuentran gran aceptación entre la ciudadanía".

Quien así habla es Carlos Aparicio, aragonés de 43 años que desde hace ahora uno es el coordinador territorial de UPD en la comunidad autónoma. Profesor de Historia y también diplomado en Turismo, destaca que habla cinco idiomas y que no proviene de ningún partido. "Esta es una característica de UPD. Que mucha gente se puede sentir cómoda. Entre nuestros militantes hay gente que proviene del PSOE, del PP, u otros que, como yo, no habíamos formado parte de ninguno. Somos un partido centrado, que gira ligeramente a la izquierda pero rehuímos de las definiciones, aunque somos transversales, progresistas y laicos", indica.

Aparicio se muestra satisfecho con el respaldo que le dan las encuestas y considera que esta situación hará que UPD "desequilibre la balanza" en la formación de futuros gobiernos. Eso sí, insiste en que su partido ya sabe que no tendrá "consejerías", porque su objetivo es "cambiar la forma de hacer política", sin que su prioridad sea la de copar cargos institucionales o sumar un gran número de candidaturas electorales. "No creceremos rápidamente, pero sí más seguros", apostilla Aparicio, quien destaca que UPD es el partido con una media de edad de afiliados más joven y una mayor fidelización de voto. En Aragón, la militancia de UPD supera los 200 afiliados y el medio centenar de simpatizantes, en la formación con la cuota de militancia más cara, 20 euros mensuales. "Es caro --salvo las facilidades para las personas sin recursos-- porque es una forma de mostrar el compromiso, y porque es la fuente principal de financiación del partido. Además, revisamos periódicamente la lista de militantes y solo figuran como tal los que están al corriente de pago, a diferencia de muchos partidos que dan cifras hinchadas como si fuera una especie de competición".