El AVE a Francia tendrá parada en Zaragoza cuando haya un volumen de viajeros suficiente. "Si hay demanda, por supuesto que habrá, con toda seguridad". Así lo aseguró ayer el secretario de Estado de Infraestructuras, Rafael Catalá, en su visita a la capital aragonesa para participar de la reunión del consejo de administración de Zaragoza Alta Velocidad, que él preside. El número dos del Ministerio de Fomento se mostró respetuoso con el malestar surgido en Aragón y dijo lamentar "el sentimiento de exclusión" que se le ha trasladado porque la línea internacional se haya estrenado sin que tenga parada en ninguna de las diez circulaciones diarias puestas en servicio el pasado domingo.

VENDER BILLETES Catalá, con el consejero de Obras Públicas del Gobierno aragonés, Rafael Fernández de Alarcón, al lado quiso apaciguar los ánimos en la comunidad autónoma y recordó que "Renfe irá completando su oferta", que la actual es una fase "inicial" y que se están estudiando todas las posibles relaciones que puedan ser interesantes, para ciudades como Zaragoza pero también para la compañía, que "es la principal interesada en vender billetes".

Así que si la capital aragonesa es capaz de proporcionarle una venta de billetes apetecible, seguro que el AVE es capaz de parar en la estación de Delicias. Incluso indicó que destinos como Toulouse podrían ser interesantes para la ciudad y para los objetivos de Renfe, pero que de momento es normal que no inicie los recorridos que parten desde Barcelona (hacia París, Lyón y Toulouse (o hasta Perpiñán), algo que podría cambiar en el futuro. No quiso aventurar fechas ni aclaró por qué conexiones como la de Madrid-Marsella tampoco contempla la parada en Aragón. Dijo hasta la saciedad que "nosotros queremos facturar el mayor número de billetes".

El problema para Zaragoza es que sin poder hacer reservas en la web todavía, Fomento no podrá saber cuántos del millón de viajeros anuales que espera en los primeros doce meses serán aragoneses.