"Los herederos" de la manera de ver el mundo del escritor aragonés Javier Tomeo, fallecido el pasado 2013, lo recuerdan con la edición de un libro, titulado La obra narrativa de Javier Tomeo (1932-2013), y con un sello de curso legal y un matasellos conmemorativo.

El profesor José Luis Calvo Carilla coordina este libro que nació como un curso y que tras el fallecimiento de Tomeo se convirtió en "un recuerdo que recoge su visión personal". El volumen, que se divide en dos bloques, recoge primero una entrevista realizada por el periodista Antón Castro, una semblanza escrita por la novelista Cristina Grande y un relato redactado por el escritor Ismael Grasa, en el que se cuentan "las últimas horas antes de morir" del autor aragonés.

La segunda parte está formada por estudios e investigaciones que comienzan con un estudio general del catedrático Santos Sanz Villanueva que "traza un panorama poco estudiado sobre los años en los que Tomeo comienza a escribir y se relaciona con escritores experimentales y con autores del teatro del absurdo", explicó Calvo. Después se dibuja la siguiente etapa del novelista aragonés, en la que empieza a "escribir una novela protesta bajo una novela fantástica que planta cara frente al clima político de la dictadura y en la que denuncia la incomunicación y el silencio".

Más tarde, se aborda "la novela de distorsión de la realidad" del aragonés y Fernando Valls "sorprende a Tomeo en su taller" para descubrir cómo se fragua sus novelas y relatos. A este capítulo le siguen seis artículos que versan sobre la novela policial, la novela de mayor producción teatral, la transferencia de su pasión por los drones a su narrativa, la relación de Tomeo con el cine, la erótica de la comunicación y, por último, sobre las ilustraciones y dibujos de sus libros.

Calvo Carilla expresó que este libro revela al Tomeo "muy coherente desde el principio hasta el final de su narrativa". De esta manera, aseguró que este volumen "marca un antes y un después en el conocimiento de Javier Tomeo". Por su parte, la novelista Cristina Grande, que fue amiga del aragonés, indicó que Javier Tomeo "fue una persona muy compleja, que tenía una intuición sobrenatural". Esta expresó que sintió, tras su muerte, "que se había ido alguien realmente importante para la literatura".

INDEPENDENCIA HASTA EL FINAL

El escritor Ismael Grasa, que tuvo mucho contacto con el escritor durante sus últimos años y que fue para él "su segundo padre", recordó que "no hay otro texto así sobre Tomeo" y alabó su forma de escribir que describió como "profunda pero sin ser pretencioso" y la reivindicación "de su independencia hasta el final", ya que nunca se adhirió a ninguna familia literario o política. Por otro lado, Grasa lamentó que "no tuvo ningún reconocimiento oficial fuera de Aragón".

Por último, el sello conmemorativo se podrá conseguir en la presente Feria del Libro de Zaragoza, entre las 18 y las 21 horas, y Correos atenderá a coleccionistas y amantes de la literatura para matasellar documentos y cartas.