El presidente del COI, el belga Jacques Rogge, no quiso hoy pronunciarse sobre el efecto que tendría la elección de una ciudad europea como sede de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018 para Barcelona y Zaragoza, interesadas en los de 2022.

"No quiero entrar en especulaciones sobre la rotación de continentes", señaló el presidente del COI en rueda de prensa tras la reunión de la comisión ejecutiva del organismo.

Annecy (Francia), Múnich (Alemania) y PyeongChang (Corea del Sur) fueron designadas ayer por el COI finalistas para ser sede de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018, cuya elección final tendrá lugar en la próxima sesión del COI, el 6 de julio de 2011 en Durban (Suráfrica).

La victoria final de algunas de las dos candidatas europeas rebajaría las esperanzas de las dos ciudades españolas interesadas en acoger los Juegos de Invierno de 2022 -Zaragoza y Barcelona-, ya que la tradición demuestra que un mismo continente no suele repetir dos ediciones consecutivas de los Juegos.

Sin embargo, Rogge recordó que dos ciudades europeas albergaron dos Juegos de Invierno consecutivos, Albertville (Francia), en 1992, y Lillehammer (Noruega), en 1994.

El presidente del COI, aseguró que las tres ciudades finalistas para los Juegos invernales de 2018 "son capaces de organizar unas buenas Olimpiadas".

Rogge alabó a Múnich y PyeongChang, al tiempo que explicó que han decidido aceptar la candidatura de Annecy -pese a su mala puntuación- ya que puede tener posibilidades "si cambia su formato".

"Estoy absolutamente convencido de que tienen tiempo para hacerlo", declaró Rogge, y rememoró el caso de Londres, en cuya primera evaluación se consideró que tenía "un sistema de transportes obsoleto", que consiguió cambiar, y "acabó designada como sede".

El presidente del COI informó de que la situación financiera del organismo es "sólida", tras la reunión de su máximo órgano ejecutivo.

Rogge también aseguró que acudirá a la final del Mundial de fútbol el próximo 11 de Julio en Suráfrica, en cuyos prolegómenos se reunirá con el presidente de aquel país, Jacob Zuma, quien le trasladará su intención de presentar su candidatura a los Juegos Olímpicos de 2020.