Los exzaragocistas Xavi Aguado, Andoni Cedrún y César Láinez calificaron ayer de "éxito total" la concentración organizada por la plataforma Salvemos el Real Zaragoza contra la gestión de Agapito Iglesias y a la que acudieron más de 15.000 personas. También destacaron la participación de los aficionados en la agapitada realizada en el estadio de La Romareda en el minuto 32 del partido contra el Getafe. "Hubo un gran sentimiento zaragocista y de repulsa total hacia la gestión de Agapito Iglesias. Este hombre vive muchas veces ajeno a la realidad, pero estoy seguro de que esto le puede hacer recapacitar. Ha quedado demostrado que la sociedad aragonesa en general no quiere a Agapito y que este movimiento no va a parar hasta que se vaya", dijo Aguado.

"Fue un éxito, pero un éxito de todo el mundo, porque hubo gente de todo tipo en la concentración. La gente quiere que el Real Zaragoza siga vivo y para ello considera imprescindible que Agapito salga del club. Su situación es inaguantable", comentaba Andoni Cedrún. El exportero zaragocista afirmaba incluso que los aficionados "marcaron dos goles por la escuadra y demostraron, pese a los incrédulos, que saben diferenciar las cosas". Cedrún entiende que los seguidores del Zaragoza participaron activamente en la protesta contra Agapito Iglesias "con educación y civismo" y que después "supieron estar al lado de su equipo".

GANAS DE MANIFESTARSE César Láinez, otro exguardameta del Real Zaragoza, que estuvo portando incluso la pancarta que encabezaba la concentración, asegura que no le sorprendió la respuesta de la afición. "Porque la gente ya está muy harta de la mala gestión que viene realizando Agapito Iglesias al frente del club y tenía ganas de manifestarse. Al zaragocismo le cuesta arrancar para todo, incluso para lo bueno, pero esta vez hubo una unanimidad total. Fue algo importante y notorio", dijo Láinez. El exportero cree que Agapito debe dejar el Zaragoza para que pueda recuperar la "dignidad" que tenía antes de su llegada. "No tengo nada contra Agapito como persona, pero sí como gestor. No me gusta que nadie quiera venir al Zaragoza y que todo el mundo hablé mal de nuestro equipo. Ha deteriorado la imagen del club y deportivamente no ha seguido una línea correcta", explica César Láinez.