Los delitos por los que han sido detenidos los implicados en la Operación Molino están castigados con penas que pueden llegar a sumar 19 años de cárcel y multas que triplican el botín. El cohecho consiste en el pago de sobornos a funcionarios y cargos públicos. Está castigado con hasta seis años de prisión --tanto para quien paga como para quien cobra--, doce de inhabilitación y una multa de hasta el triple del valor de la dádiva. El tráfico de influencias consiste en influir en un funcionario o autoridad para "conseguir una resolución que le pueda generar directa o indirectamente un beneficio económico para sí o para un tercero". Se pena con un año de prisión y multa de hasta el doble del beneficio obtenido. El blanqueo de dinero negro puede conllevar otros seis años entre rejas y multas de hasta el triple del valor de los bienes utilizados para blanquear, que son incautados. El uso de información privilegiada acarrea multas del triple del beneficio y hasta seis años de prisión.