El anuncio de que la Travesía Central Pirenaica (TCP) se caía de los ejes prioritarios no gustó a casi nadie en Aragón. Solo los socialistas trataron de maquillar la realidad por deferencia al ministro José Blanco. Pero para el resto de la sociedad los planes de la UE suponen un paso atrás en las aspiraciones geoestratégicas de Aragón.

La Confederación Empresarial de la Provincia de Huesca, por ejemplo, calificó como "decepcionante" la decisión de la Comisión Europea. En esta misma línea la Confederación de Empresarios de Aragón (CREA) consideró "negativa" la resolución, ya que solo traerá consecuencias "perjudiciales" tanto para Aragón como para las empresas y el futuro económico de España y de la Unión Europea. Asimismo, las cámaras de comercio aseguraron que supone "un claro perjuicio", ya que desprecian unas infraestructuras "más eficientes y menos costosas", según explicaron en un comunicado.

Chunta Aragonesista consideró que la decisión es "portazo en las narices para Aragón". "Todo lo que nos puedan o quieran decir a partir de este momento son paños calientes, visita relámpago del ministro Blanco incluida, porque lo único cierto es que se da un paso atrás, y no para coger carrerilla, sino para quedarnos definitivamente estancados en el furgón de cola", ha señaló el diputado de CHA Gregorio Briz.

El PAR en las Cortes de Aragón lamentó el "bloqueo" de la Comisión Europea de Transportes a la travesía, una opción que, según este grupo, era "la mejor" para los intereses de la mayor parte de España. El portavoz parlamentario del PAR, Alfredo Boné, calificó de "grave equivocación" e "injusto mazazo" la decisión de la UE de dejar a la TCP y la reapertura de la línea internacional Canfranc-Olorón fuera de la red Básica de infraestructuras transeuropeas, porque "obstruye el futuro de Aragón y perjudica los intereses generales de España".

El portavoz de IU en las Cortes de Aragón, Adolfo Barrena ha calificado como "engaño inaceptable" las promesas que tanto PSOE como PP han hecho a los aragoneses sobre la TCP, "cuando en Madrid, en Valencia y en Cataluña han defendido intereses distintos y en el Parlamento Europeo han apoyado que la travesía pase a ser un recuerdo que puede que se retome dentro de 50 años", señaló.