Más de 900 hectáreas de terreno quemadas y diez núcleos de población desalojados. Cien personas tuvieron que pasar la noche fuera de sus casas, la mayoría en municipios vecinos. Es el primer balance del incendio declarado ayer en el valle de Castanesa y que al cierre de esta edición seguía activo. Las fuertes rachas de viento y la sequedad del terreno complicaron las tareas de extinción. Las causas que originaron las llamas se desconocen de momento.

Las versiones sobre los municipios evacuados eran ayer contradictorias. El acceso a la zona no es sencillo. El Gobierno de Aragón difundió un comunicado de prensa en la que se explicaba que los vecinos de Castanesa, Benifons, Ardanuy, Noales y Erverá, pertenecientes al municipio de Montanuy, tuvieron que dejar sus casas. Desde el Ayuntamiento de Laspaúles añadieron a este lista otros cinco núcleos, Ardoné, Llaunas, Señin, Nevil y Denuy. De todos ellos, solo Castanesa sufrió daños, todavía por determinar, pero ardieron varias viviendas y no se descartaba, a última hora de ayer, que el municipio pudiese quedar arrasado.

TRES FRENTES ACTIVOS El operativo antiincendios está compuesto, en estos momentos, por aproximadamente 150 efectivos y alcanzará los 300 miembros, a lo largo de la noche, para continuar trabajando en las labores de extinción del incendio declarado en el área de Castanesa, perteneciente a la comarca de la Ribagorza. A última hora de ayer el fuego tenía tres frentes activos y descontrolados. El dispositivo dispuesto por la comunidad autónoma se completó con afectivos de la Generalitat, de Navarra y sobre la 1.00 de la madrugada se incorporaron en oleadas de 25 personas los miembros de la Unidad Militar de Emergencia (UME).

El Gobierno de Aragón envió cuatro cuadrillas terrestres, tres camiones autobombas junto con tres técnicos de extinción de incendios, diez agentes de Protección de la Naturaleza y el puesto de mando avanzado. Además de bomberos de Huesca y efectivos de Protección Civil de la Ribagorza --tres vehículos y 11 bomberos--.

El dispositivo se completó con dos autobombas procedentes de la Comunidad Foral de Navarra, 75 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias con nueve autobombas y tres nodrizas, y su soporte logístico. Está prevista la incorporación del resto del batallón de la UME hasta completar un total de 200 efectivos. También Se desplazó a la zona un equipo sanitario, además de miembros de la Policía Militar.

Las labores de extinción del incendio se vieron dificultadas por el fuerte viento que azota la zona. El consejero de Medio Ambiente, Modesto Lobón, se desplazó a primera hora de la tarde hasta la Ribagorza. "La situación es muy complicada". De esta forma tan lacónica resumía la angustia que se vivió durante toda la tarde y la noche en el Pirineo aragonés. Las condiciones adversas no invitaban al optimismo. "Tenemos que ser realistas y reconocer que no será fácil, pero hemos puesto todos los efectivos en la zona".