Eroski fue una de las cadenas que más expandió en los años previos a la crisis y ahora se ha visto obligada a readecuar sus formatos y redes de tiendas, debido, en parte, al fuerte apalancamiento. El 2012, de momento, no arroja un balance positivo de la cadena de distribución vasca en Aragón. Comenzó el año con una decisión contundente: el cierre de nueve establecimientos en Tauste, Ejea, Barbastro, Caspe, Monzón y Zaragoza (cuatro). Mes y medio más tarde anunciaba la clausura, el próximo 31 de mayo, de su hipermercado en Plaza Imperial, inaugurado en septiembre del 2008 y en el que aún trabajan 64 personas. En Zaragoza mantiene su plataforma logística, aunque ha recortado 21 de sus 225 empleos. Fuentes de Eroski señalan que su intención es "superar la crisis, seguir creciendo y continuar con su consolidación en Aragón", donde tiene más de 100 centros y 1.500 trabajadores.