Más de dos decenios después de que la Cámara de Comercio de Huesca solicitara al entonces Ministerio de Obras Públicas la construcción de una autovía entre la capital oscense y Lérida, la A-22 es ya una realidad. O casi. A falta del tramo entre la capital altoaragonesa y Siétamo, desde ayer puede decirse que, en la práctica, ambas ciudades están unidas por autovía. "Entonces nos preguntaban que adónde íbamos", dice el actual presidente de la cámara, Manuel Rodríguez Chesa. Pese a que sostiene que "si se hubiera hecho entonces, parte del segundo cinturón industrial de Barcelona se repartiría ahora entre Barbastro, Monzón y Binéfar", hoy constata que, aunque muy lentamente, los beneficios de esta infraestructura ya se van dejando sentir. A medida que, desde el 2008, se han ido poniendo en servicio algunos de los 107 kilómetros de esta infraestructura (desde ayer, hay hábiles 94), los municipios ubicados en su área de influencia y que agrupan al 70% de la población de la provincia, han ido notando "más seguridad en sus cascos urbanos, por donde ya no pasan las muchas mercancías peligrosas que iban por la antigua carretera, y más rapidez para el tráfico en general", dice el alcalde de Altorricón, Salvador Plana.

El siguiente paso de la hoja de ruta, esto es, crear riqueza, es ahora "muy complicado", como apunta el presidente de la Diputación de Huesca y alcalde de Barbastro, Antonio Cosculluela, quien resalta, no obstante, "lo importante que es situarse a hora y media del puerto de Barcelona y del País Vasco". En Angüés, algunos emprendedores acuden, sin embargo, "a preguntar por la disponibilidad de suelos", como explica su alcalde, Antonio Moreno. En Monzón, los "500 camiones que tenemos ya pueden acceder con más rapidez y más seguridad a Huesca y a Lérida", afirma la alcaldesa de la segunda población de la provincia, Rosa María Lanau, y que al tiempo reivindica, "un cartel en la autovía que señale nuestro castillo como punto de interés turístico".

"Con la A-22, nosotros ya estamos trabajando con campañas en Lérida, Navarra y País Vasco", dice Roberto Pac, el presidente del consorcio turístico Tuhuesca. En esa línea camina también la Denominación de Origen Somontano, cuyo presidente, Mariano Beroz, cree que "ya se han acortado distancias para potenciar el enoturismo, lo que puede crear --añade-- relaciones comerciales".

En uno de los extremos de la autovía, la capital de la provincia sueña con sacarle partido logístico. Su alcaldesa, Ana Alós, espera que "el año que viene pueda licitarse la variante sur" del tramo entre Siétamo y Huesca, que llegará al aeropuerto y a PLHUS.