Jorge Luis Bail, diputado oscense electo por Podemos, era de los pocos de los 8 de Yesa localizables ayer. Recibió la sentencia, una vez conocida en detalle, con cierto desánimo. "La valoración es agridulce", explicaba. Hoy tiene previsto reunirse con el resto de condenados y con sus abogados --Gemma Garreta y José Luis Lafarga-- para valorar si recurren. "En solidaridad actuamos (en la concentración de Artieda) y en solidaridad decidiremos si recurrimos", aseguraba.

Luis valoraba que el fallo, "por un aparte, reconoce que no hubo atentado, y con ello no hay posible entrada en prisión, solo responsabilidades pecuniarias. Aún así quedan antecedentes penales --en este caso se cancelarían en dos años-- y habrá que valorar, porque alguien podría querer opositar a funcionario público, por ejemplo", ilustraba. En cuanto a él, al haber pasado las elecciones, una posible condena de inhabilitación para el sufragio pasivo --ser candidato-- ya no hubiera tenido efecto.

Pero lo que no compartía era que la jueza mantenga "la versión de los agentes, pese a las contradicciones que se vieron en el juicio y que el forense dijese que algunas lesiones eran anteriores", lamentaba.

El recurso de los condenados es bastante probable, y a falta de conocer la decisión de la Fiscalía, la acusación particular por parte de los agentes tampoco lo descartaba. Pero lo haría, indicó el abogado Mariano Tafalla, por incrementar un par de indemnizaciones. No sería partidario de hacerlo por las penas, salvo que los guardias civiles lo pidan.