Las lluvias de verano están salvando julio, uno de los meses más peligrosos para la aparición de incendios forestales en Aragón, sobre todo por las altas temperaturas. De hecho, hoy habrá riesgo extremo en toda la parte norte de la península. Los valores medios máximos se han vuelto a situar por encima de la media con registros que han superado los 35 grados y que no han bajado de los 25. Sin embargo, la aparición de precipitaciones ha evitado este tipo de incidentes. La mitad noroccidental ha sido la más lluviosa, mientras que en el territorio sur las lluvias se han prodigado mucho menos, a excepción de algunas zonas del Maestrazgo, Gúdar, Mijares, Somontano Sur y Bajo Ebro Forestal, donde sí que se han producido algunas tormentas. Los datos facilitados por el Gobierno de Aragón, que estudia estos episodios durante todos los meses del año, demuestran que el número de incendios ha bajado considerablemente. Del 1 al 10 de julio solamente se produjeron en la comunidad un total de 11 incendios (prácticamente uno por día) en una superficie de 24,37 hectáreas. Unos datos positivos si se tiene en cuenta que el promedio del mes de julio (desde el 2005 hasta el 2016) suele ser de más de 58 conatos. De momento, tanto el número de incendios como la superficie quemada (1.390,9 hectáreas) permanecen en registros por debajo de la media. De los 11 ocurridos en este periodo, seis se registraron en la provincia de Teruel (la más seca), tres en Huesca y dos en Zaragoza.