Mientras que para la gran distribución y el comercio electrónico el Black Friday es una oportunidad de oro, para el pequeño comercio es más bien un viernes negro. La Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza (Ecos) ha decidido, como años atrás, no llevar a cabo ninguna iniciativa comercial hoy, una de las jornadas de mayor consumo del año. «Es una moda importada y no hay tradición», señala el secretario general de la organización, Vicente Gracia.

Lo cierto es que el pequeño comercio se siente fuera de una iniciativa a la que muchos se unen solo «por no quedarse atrás». Los establecimientos de barrio, como explica el presidente de la Asociación de Comerciantes de San José, Santiago Bajo, no pueden competir con la gran distribución «ni en descuentos, ni en horarios». Sin embargo, tienen sus «propias estrategias» y ofrecen «una atención personalizada y un conocimiento del cliente», explica Bajo. El particular Black Friday de este barrio comenzará la semana que viene con la campaña denominada Pasaporte comercial, y se mangendrá hasta finales de diciembre. «Lo realizamos fuera de la campaña de los grandes para no pasar desapercibidos», recalca Bajo, que explica que es el tercer año que se realiza esta acción que fomenta la compra en barrio. Desde finales de noviembre y hasta que concluya el año los consumidores que adquieran productos en cuatro comercios de la zona entrarán en el sorteo de 500 euros para gastar en los establecimientos de San José. Además de esto, desde el lunes pasado, las tiendas que lo desean lucen en sus escaparates un distintivo de color rojo indicando los descuentos que, de forma individual, ofrecen.

«Estoy perdiendo dinero»

«Ellos son los grandes beneficiados», asegura con rotundidad la presidenta de la Asociación de Comerciantes de Las Fuentes, Aurora Sánchez, en alusión directa a la gran distribución. Esta comeciante es propietaria de una tienda textil en el barrio y desde el pasado martes tiene todos sus productos al 50%. «Es la manera de coger ventaja a los grandes», dice. «Son días en los que se vende pero el pequeño comercio no puede competir», destaca Sánchez, que añade que está vendiendo prendas «por debajo del precio de coste». «Estoy perdiendo dinero y esa es la realidad», lamenta Aurora. También critica la rueda de grandes descuentos que ofrece la gran distribución y a la que los consumidores están habituados. «Los consumidores estamos acostumbrados a grandes descuentos pero el pequeño comercio no podemos asumirlos», manifiesta.

En la misma línea se expresa la representante de la Asociación de Comerciantes de las Delicias, Laura Buey. Sumarse al Black Friday «no sale a cuenta. Solo le vale a las grandes superficies que compran mucha cantidad», explica Buey, que recuerda que los 30 comercios que componen la organización nunca han impulsado una acción colectiva para el Black Friday.

Campaña de Navidad

Por el contrario, el pequeño comercio zaragozano se prepara esperanzado para la campaña de Navidad propiamente dicha tras un año «irregular» en cuanto a ventas. «Octubre, debido a la climatología, no ha estado al nivel de otros años», recuerda Gracia. Tampoco lo estuvo el comienzo del 2017, aunque reconoce que en mayo «se animaron las ventas» y que Aragón las lideró a nivel nacional «con un crecimiento del 3,1%» en septiembre.

Pero dentro del pequeño comercio existen muchos subsectores. El secretario general de Ecos cree que «cada uno es un mundo» y se comporta de forma distinta. Respecto a la campaña que comienza ahora, los sectores «que más tiran» son «la alimentación, el equipamiento personal, la juguetería y, en menor medida, el pequeño electrodoméstico, la electrónica, los deportes, los libros y los videojuegos», detalla Gracia.