FUERZAS Y CUERPOS DE SEGURIDAD DEL ESTADO

Mayandía se prepara para cuatro años de obras: así afectará a la Policía Nacional y al ciudadano

La Policía busca una ubicación próxima a la comisaría para los 150 vehículos estacionados en el patio interior y derivará a Delicias y Actur a los funcionarios que tramitan las denuncias

La demolición del cuartel de Mayandía en Zaragoza, a punto: se terminará en verano de 2025 y costará tres millones

Imagen reciente del patio interior de la comisaría de General Mayandía.

Imagen reciente del patio interior de la comisaría de General Mayandía. / Miguel Ángel Gracia

La nueva Jefatura Superior de Policía de Aragón en Zaragoza ya ha echado a rodar con la licitación del primer contrato de las obras y la próxima adjudicación de unos trabajos que incluyen la demolición del ala norte –orientada a la calle Tomás Crespo Agüero– del viejo cuartel de General Mayandía.

A la espera de la resolución del citado concurso público, según ha podido saber ahora EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, las obras de demolición comenzarán previsiblemente a mediados de agosto con un coste final que se verá abaratado en 600.000 euros de un presupuesto inicial de 3,8 millones y al que se irán sumando montantes de la construcción hasta que se den por finalizados los trabajos entre 2027 y 2028. Y, a la espera de que las grúas, las excavadoras y los dumpers comiencen a trabajar en el terreno, desde la Jefatura también se han puesto manos a la obra para solventar los problemas logísticos derivados de la entrada de la maquinaria en las instalaciones.

No es para menos porque el cuartel de Mayandía es el centro de operaciones de alrededor de 150 vehículos policiales, un punto de referencia para la incoación de denuncias y un centro de trabajo al que están adscritos más de 600 funcionarios. ¿Qué pasará con todos ellos?

Ante esta situación ya se ha planificado una hoja de ruta con la intención de resolver las diferentes afecciones por la demolición que se van a encadenar en poco más de tres meses. Por partes. A cualquier profano del proyecto, solo la entrada al parking por la avenida Anselmo Clavé ya le plantea el primero de los interrogantes: ¿Dónde quedarán estacionados los coches y las furgonetas?

La intención es que su nueva guarida se sitúe en una parcela próxima a las dependencias, de ahí que la Delegación del Gobierno de Aragón ya haya iniciado conversaciones con varias administraciones públicas para hacer uso de ciertos espacios durante el tiempo en el que se prolonguen las obras. Uno de los solares es propiedad del Ayuntamiento de Zaragoza y de la Diputación Provincial de Zaragoza se encuentra a la altura del número 20 de paseo María Agustín, el segundo de los escenarios se corresponde con la delegación de la Agencia Tributaria en Aragón, en la calle Albareda.

Son alrededor de 150 vehículos rotulados y camuflados -entre ellos, los coches de los zetas y las furgonetas de otras unidades de intervención– a los que se pretende reubicar en un espacio próximo al que ahora ocupan en Mayandía. No es una cuestión baladí que sea prioritaria la condición de proximidad porque quienes circulan en ellos –unos 600 funcionarios de la Brigada de Seguridad Ciudadana– continuarán adscritos a las mismas instalaciones. En cualquier caso, la mayoría de estos agentes prestan sus servicios más allá de los muros del viejo cuartel y quienes cuentan con despacho propio en el ala sur –orientada a la avenida Anselmó Clavé– serán reubicados en la ya renovada ala oeste, la de la calle General Mayandía, cuando comiencen las obras de derribo de sus dependencias actuales.

Reubicación en Mayandía

Estos últimos trabajadores pertenecientes a los puestos de gestión de Seguridad Ciudadana y que cuentan con despacho propio no tendrán que marcharse fuera de la comisaría porque, al mismo tiempo que se va a llevar a cabo el primer derribo del ala de la calle Tomás Crespo Agüero –el bloque de las viviendas– también se reformará el interior del ala de General Mayandía. Allí quedarán reubicados con la intención de que alguno de ellos pueda compatibilizar su actividad con el teletrabajo para que no existan problemas de espacio.

El orden de los trabajos será posible porque las viviendas ubicadas en el ala que primero se va a derribar están deshabitadas desde antes de la pandemia, cuando quedaron vacías las últimas ocho del medio centenar que se habilitaron. La ausencia de inquilinos evita otro problema de reubicación y permitirá que, mientras se derribe el citado bloque, se lleve a cabo la reforma del espacio que luego ocuparán los funcionarios de la Brigada de Seguridad Ciudadana.

A grandes rasgos, estas son las soluciones planteadas a partir del próximo verano para el funcionamiento diario de los trabajadores en las mismas instalaciones donde a día de hoy están adscritos. Quienes tampoco van a permanecer ajenos al frenesí de las grúas, las excavadoras y los dumpers son los zaragozanos que recurren al Cuerpo Nacional de Policía para interponer denuncias. El servicio de la Oficina de Denuncias de la Comisaría Centro, no en vano, va a desaparecer durante las obras porque quedará prohibido el acceso de los ciudadanos de acuerdo a la política en materia de prevención de riesgos laborales. Con la intención de paliar la mayor carga de trabajo que asumirán otras comisarías de la ciudad, los funcionarios encargados de tramitar las denuncias en Mayandía serán reubicados en Delicias y Actur-Rey Fernando.

Son los principales cambios que traerá el inicio de las obras para unas instalaciones que abarcan un espacio de 8.719m2, con 21.928m2 de superficie edificada de los que serán demolidos 12.884m2. La dimensión de los trabajos, según explican las mismas fuentes, obligan a tomar decisiones que no contentarán a todos, aunque apelan a hacer el esfuerzo para enterrar unas vetustas instalaciones y dar la bienvenida a unas vanguardistas. 

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