Lo dijo uno de los históricos del PAR, Juan Antonio Bolea, nada más subir al escenario. Entornó los ojos, carraspeó y soltó: "Como en los buenos tiempos". Frente a él, más de 500 personas que llenaron la sala de actos del hotel Palafox para asistir a la presentación en sociedad de la candidatura de Arturo Aliaga a la presidencia de la formación. Ante tan nutrido auditorio desgranó las líneas maestras del partido que quiere construir y del programa con el que quiere optar a la jefatura del Gobierno de Aragón. El también consejero de Industria quiso evidenciar que representa el cambio y lanzó mensajes claros para que todo el mundo lo entendiese: "Que nadie venga al PAR a buscar trabajo para él o su familia o su primo", dijo entre las risas del público.

Bolea sabía de lo que estaba hablando. No es fácil convocar a más de 500 personas para un acto político. No lo era antes; lo es menos ahora. Además de militantes y dirigentes del PAR, había una nutrida representación del tejido empresarial aragonés, de la universidad e investigación y de sociedad zaragozana en general. Una enorme muestra de fuerza de Arturo Aliaga que se colocó como el favorito para ganar las primarias.

Habló como el que quiere liderar el PAR, pero sobre todo como el que ya aspira a la Presidencia del Gobierno, consciente de que tendrá pocos obstáculos para el triunfo. Dijo estar preparado para el reto, que lo ha meditado seis meses, y que ha decidido que no hay que esconderse. "Ahora hay que quedarse. Tenemos la obligación de construir un futuro. Las nuevas generaciones esperan de nosotros mucho más. No les podemos defraudar, debemos darles un escenario de certidumbre y confianza", subrayó.

SIN SERVIDUMBRES

Aliaga lanzó las líneas de su proyecto político, con el que quiere modernizar al PAR. Dijo que debe estar centrado en Aragón, "sin servidumbres", pensado para la gente, "preservando y administrando los servicios", y cuyo eje central deben ser las personas. "Lo primero, los aragoneses. No queremos ser fuerza suplementaria de nadie". Advirtió que esta aventura que emprende exige el "esfuerzo" de todos. Más aún con los retos que plantean los comicios del 2015.

"No podemos poner en jaque todo el modelo actual. Ojo, no aceptaremos poner patas arriba todo lo que hemos hecho. De eso nada", destacó Aliaga en referencia a fuerzas como Podemos que plantean rupturas con el sistema heredado de la transición. Por eso apostó por hacer un esfuerzo "especial" para "convencer y reconstruir las heridas que ha causado la crisis".

Esa reconstrucción, ese Aragón que quiere levantar Aliaga desde la presidencia del Ejecutivo, descansa en las personas con "valores". "Abstenerse los que no sean honestos, con coraje, no quiero a nadie para estar en los sillones. La vocación de servicio y la transparencia son más necesarios que nunca, como la dedicación y el trabajo", aseveró. Anunció un código ético para su partido que deberá cumplirse con carácter retroactivo y abrió las puertas a los que se han ido del PAR para que vuelvan. Y dejó algo claro: "No habrá sitio para las personas que quieran servirse del PAR. Si no se dejan la piel, adiós. Se acabó el amiguismo y el arribismo".

Habló de su programa electoral, que estará abierto a la participación, que contendrá políticas "reales" y que será una alternativa de Gobierno desde el "centro moderado", sin romper instituciones ni generaciones.