Los protagonistas del conflicto del transporte urbano de Zaragoza se empeñan en enrevesarlo cada día más. Ahora resulta que el ayuntamiento está casi convencido de que la empresa incumplió los pliegos del concurso de concesión al no comunicar su venta, por lo que podría rescindir el contrato con Autobuses Urbanos de Zaragoza (AUZ) y entonces, TUZSA, la anterior concesionaria, volvería a prestar el servicio. Pero resulta que es la misma empresa, los mismos autobuses y la misma plantilla. Porque la dueña de TUZSA es AUZ.

A la espera del resultado de los informes técnicos y jurídicos, el ayuntamiento podría iniciar un expediente de anulación de la actual contrata. Eso pasaría si ocurriera algo que desde los grupos municipales y el comité han denunciado: que se hayan incumplido los pliegos. En este caso, AUZ dejaría de prestar el servicio y la anterior concesionaria, es decir TUZSA, sería la que se encargara de hacerlo hasta que se redactaran unos nuevos pliegos y saliera a concurso.

INCUMPLIMIENTOS AUZ

Habría quebrantado el contrato por no haber anunciado al ayuntamiento la venta a la empresa mexicana Ado. Los pliegos indican que toda venta tiene que tener autorización municipal ya que tiene que asegurarse de que el cambio de acciones no afecte ni a la solvencia técnica ni a la económica. El vicealcalde, Fernando Gimeno, informó que está estudiando minuciosamente la "solvencia económica" al haber un nuevo accionista gestionando el servicio del transporte público. Si esto no ocurre, el consistorio tiene capacidad para rescindir el contrato y obligar a la anterior concesionaria a prestar el servicio durante seis meses. "El ayuntamiento podría exigir a TUZSA la prestación del servicio", recalcó el regidor. Lo anecdótico de esta situación es que TUZSA es la propietaria de AUZ por lo que, en realidad, el servicio correría a cargo de la misma matriz. En este caso, el precio del kilómetro no podría ser superior al actual.

El segundo expediente abierto en este conflicto es la subrogación de la plantilla y otros elementos que se han cuestionado en la junta consultiva de contratación que tiene 30 días para confirmar si ha habido incumplimiento. No obstante, al tener la empresa capacidad de decisión en el ámbito laboral, si el consistorio quisiera actuar sería en los tribunales.

Y hasta que este desenlace se produzca, la huelga continua. Gimeno hizo pública su incomprensión respecto a la posición adoptada por la empresa y de la que no quiere salir. "Estoy sorprendido", dijo el vicealcalde, que a día de hoy sigue sin entender porqué la dirección no acepta la oferta del consistorio que zanjaría el conflicto y en el que la empresa no perdería ni dinero ni, algo que parece posible, la prestación del servicio. También le dirigió unas palabras a los trabajadores. Para el regidor, deberían "reflexionar" y no hacer pagar a los ciudadanos "sus problemas". Es decir, pide a la empresa que ceda y a los trabajadores que dejen la huelga.

Gimeno fue claro, "el ayuntamiento no va a admitir que haya menos conductores de los que son necesarios". Y más tajante fue el presidente del comité de empresa, Javier Anadón, respecto a la posibilidad de que TUZSA vuelva a ser la concesionaria que prestare el servicio en caso de producirse la rescisión del contrato: "si rompes el contrato con AUZ, también lo tienes que hacer con TUZSA". Sugirió que la cooperativa podría ser quien asuma la concesión hasta nuevo concurso porque, entre otros cosas, "se garantizarían los empleos".