El Ayuntamiento de Zaragoza y la DGA pretenden involucrar a las cajas aragonesas en la gestión del nuevo campo de fútbol de La Romareda. Así lo confirmó el alcalde Juan Alberto Belloch al término de una reunión con el vicepresidente del Gobierno de Aragón, José Ángel Biel. Belloch mantuvo su compromiso de que la ubicación del estadio esté resuelta antes de las fiestas de Navidad. "El 7 de enero también es Navidad", apostilló Biel, poco amigo de dar plazos en cuestiones relacionadas con la política. El vicepresidente admitió públicamente que le gustaría "acelerar" la resolución de este asunto.

A pesar de que inicialmente el alcalde afirmó que en la reunión bilateral no se había hablado del campo de fútbol sino de asuntos de interés común para ambas instituciones y, sobre todo, para la capital aragonesa, momentos después los dos políticos reconocieron que habían abordado este asunto "poquito". Finalmente, reconocieron que "en este momento" lo más importante no es la ubicación del estadio, sino escuchar la propuesta oficial del club y lograr el consenso de tres grupos políticos.

Tras escuchar las críticas de "injerencia" en cuestiones municipales por parte de la oposición (PP, CHA e IU), Biel y Belloch recalcaron que la decisión de dónde irá el estadio corresponde "en exclusiva" al Ayuntamiento de Zaragoza. Públicamente no quisieron molestar a nadie, sabedores de que el equipo de gobierno PSOE-PAR está en minoría y necesita de los votos de la oposición municipal. "No nos obliguéis a estar todos los días explicándolo todo porque así no se consigue nada", dijo Biel dirigiéndose a los medios de comunicación.

Y el alcalde insistió: "El mismo día que el club nos presente una propuesta convocaremos una junta de portavoces. Solo esperamos que esta vez las cosas salgan bien. La ciudad no se puede permitir un tercer intento fallido". Además de la fórmula de gestión del futuro campo de fútbol, la decisión política entre aragonesistas y socialistas de sacar el estadio de Isabel la Católica está tomada y se habla ya de otras cuestiones como si se respetará o no el proyecto ideado por Lamela para renovar la actual Romareda.

De poco sirvieron las justificaciones de Biel y Belloch, el líder del PP municipal, Domingo Buesa, acusó al alcalde de incumplir su palabra sobre el prometido consenso relativo al modelo y a la ubicación del estadio. "El alcalde nos ha engañado y solo va a sentarse a decirnos lo que ha decidido Biel para Zaragoza", dijo Buesa, consciente de que su voto es casi vital para poder aprobar el traslado del campo de su sitio.

El portavoz de CHA, Antonio Gaspar, advirtió de que si se saca el campo de su actual emplazamiento y se pretende llevar el campus universitario al recinto de Ranillas, el distrito Universidad se convertirá "en una ciudad dormitorio". Por último, el edil de IU, José Manuel Alonso, dijo sentirse "cansado" de que esta cuestión centre la política urbanística de los últimos cinco años.