El Ayuntamiento de Calatayud se queda sólo en su decisión de retirar los patos y pavos reales que se encuentran al aire libre en las zonas verdes de la ciudad. Una medida preventiva frente a la gripe aviaria que ninguno de los grandes consistorios aragoneses, incluido el de Zaragoza, prevé aplicar de momento, salvo que así lo recomienden o establezcan las autoridades sanitarias autonómicas o estatales.

Sin embargo, aunque no sea de carácter obligatorio, la teniente alcalde de Medio Ambiente de la administración bilbilitana, Mercedes Sarrate, justificó que la actuación pretende evitar posibles riesgos "para que luego no tengamos que arrepentirnos de nada" y destacó que se sigue el ejemplo de otras ciudades españolas como Madrid y Sevilla.

Desde Zaragoza y Huesca se supeditó cualquier medida a los protocolos de seguridad de Sanidad. En ambos casos, se destacó que se siguen con especial vigilancia las colonias palomas y estorninos, respectivamente, por ser muy numerosas.