El trabajo de 66 científicos de todo el mundo, liderados por el joven físico Igor García Irastorza y su equipo de la Universidad de Zaragoza, ha logrado estrechar aún más el cerco a los axiones, las partículas hipotéticas candidatas a componer la materia oscura del universo.

La revista Nature Physics acaba de publicar los resultados más sensibles alcanzados hasta la fecha en la búsqueda de axiones, de los que se habrían producido en grandes cantidades en el origen del universo, dentro del experimento del Telescopio de Axiones Solares (CAST). Esto es desarrollado en el Centro Europeo para la Investigación Nuclear (CERN), ubicado en Suiza.

En teoría, estos axiones seguirían existiendo hoy y podrían componer la materia oscura del universo, que supone un cuarto de todo el cosmos, pero aún no ha sido detectada, según informaron fuentes de la Universidad de Zaragoza.

Este cerco a los axiones se ha conseguido gracias a la utilización de un nuevo detector de rayos X, diseñado y construido en la Universidad de Zaragoza, como parte del proyecto T-REX. Este ha sido financiado con una prestigiosa Starting Grant del ERC (Consejo Europeo de Investigación), obtenida en el 2009 por el investigador Igor García Irastorz.

El objetivo principal de la colaboración internacional CAST, en la que además del grupo aragonés participan otros 56 científicos de más de 20 instituciones distintas, es la búsqueda de axiones solares. Esta se prolonga ya desde hace más de una década, en la que se encadenan resultados cada vez más sensibles.

Los resultados obtenidos hasta la fecha en el CAST no muestran señal del tan buscado axión. Para ir más allá de este resultado, el equipo del campus aragonés coordina la preparación y diseño de un nuevo experimento completamente nuevo, el Observatorio Internacional de Axiones (IAXO).

«Los axiones provendrían del sol, pero no se pueden ver puesto que no interactúan con casi nada. Por lo tanto, lo que necesitamos es poner detectores de rayos X detrás del imán y apuntar hacia el sol. IAXO es como un gran telescopio de rayos X, solo que además tiene un gran imán delante», explicó García.