Nacido en Zaragoza. Edad: 59 años. Trayectoria: Fue el creador del juez Dredd y el perro Estroncio, entre otros personajes. Ayer estuvo en Zaragoza dando una clase magistral y participando en una mesa redonda dentro del ciclo `Aragón, tierra de tebeos´

--¿Cómo nace el Juez Dredd?

--En los 70 ya trabajaba en una editorial inglesa haciendo cómics de guerra. En un momento dado deciden hacer uno de ciencia de ficción y me encargan el dibujo. El protagonista del guión era un policía vestido de negro, que iba en moto y que vivía en la Nueva York de principios del 2000. Con esas pautas yo fui dibujando al personaje adornándolo como yo quise, por ejemplo con un águila, ya que tenía muy presente los fascismos porque venía de una España dictatorial y el águila del Juez Dredd surge como denuncia a los totalitarismos... Curiosamente, una vez que creé el personaje, el guionista dijo que era un jodido pirata español y que su guión no era para ese personaje. Hubo que cambiar de guionista para hacer una nueva historia adaptándola al personaje y a la ciudad que yo había dibujado que era más del futuro aún que la propuesta. Por ejemplo, dibujaba edificios con puntas redondas simulando que la ciudad crecía tan rápido como los hongos...

--¿Le costó mucho crear el personaje?

--Los procesos de creación son muy rápidos. Están los creadores y los desarrolladores. Yo soy de los primeros. Me costó un día crear al Juez Dredd. Las primeras ideas son las que se siempre se quedan...

--Y tanto que quedan. 30 años después, el personaje sigue en pie.

--Ni el guionista ni yo pensamos que llegaría tan lejos. En realidad, nunca sabes si va a durar una semana o 30 años.

--Sin embargo en España, el Juez Dredd no alcanza los niveles de popularidad que tiene en Gran Bretaña o en Estados Unidos, ¿a qué cree que es debido?

--Lo fundamental es porque en Inglaterra no salen álbumes que recopilan toda la historia. Se publican semanalmente y, al ser una historia con cierta continuidad, si no se tienen todos se pierde el hilo. Y, por otro lado, fuera del ámbito anglosajón se pierde muchas veces el sentido irónico de los ingleses.

--¿Por qué trabaja fuera de España?

--Me fui a Gran Bretaña a principios de los 70 por un motivo muy sencillo, me pagaban más. El cómic en España siempre ha estado bastante mal y nunca se puede pagar lo de Inglaterra. Además, a las editoriales de aquí les sale más económico comprar obras hechas y reimprimirlas que crear ellas una historia e intentar venderla a otros mercados.

--¿Cómo ha evolucionado el mundo del cómic?

--Se ha ido haciendo más adulto. Hace treinta años cuando empecé lo leían mucho los chicos de 14 y 15 años. Ahora, el lector medio se sitúa a partir de los veintitantos y hay un mercado mirando más hacia el Manga, los videojuegos... La juventud de los últimos diez años es más audiovisual y eso ha afectado al cómic.

--Y en esa juventud tan audiovisual, ¿tiene futuro el cómic?

--El cómic tendrá siempre un papel muy importante como fuente de ideas. El cine se nutre del cómic aunque suele mirar por encima del hombro a los creadores del cómic. Les sacan las ideas pero no les dejan desarrollarlas.

--¿Qué le recomendaría a los jóvenes que quieren ser dibujantes?

--Que trabajen mucho y que no decaigan nunca. Si se caen tienen que levantarse y seguir luchando porque en esta profesión tan dura no hay sitio para el débil.