Las puntas altas y bajas del caudal del río Aragón sufren oscilaciones de hasta seis veces, según indican los datos recogidos desde la puesta en funcionamiento del embalse de Yesa. El año hidrológico --de octubre a septiembre-- de menor aportación, desde que existen datos, fue el de 1988-1989, en el que el río únicamente aportó 596 hectómetros cúbicos. Por el contrario, los mayores registros se dieron en 1965-1966, cuando el volumen ascendió a 2.137. La aportación media se sitúa en 1.322 hectómetros. El recrecimiento de Yesa ha sido diseñado para soportar una avenida máxima de 3.354 metros cúbicos por segundo, que puede darse en el río Aragón a esa altura una vez cada mil años.