La primera jornada de búsqueda de los restos de las hermanas Rosario y Lourdes Malón Pueyo, asesinadas en la guerra civil cuando trataban de huir de sus perseguidores falangistas, resultó muy complicada debido al mal tiempo que se abatió ayer sobre la cumbre de Santo Domingo, a más de 1.500 metros de altitud.

"Ha hecho mucho viento, ha llovido y ha caído hasta aguanieve", explicó Javier Ruiz, uno de los arqueólogos del equipo que la asociación Charata ha organizado para tratar de hallar los restos de las víctimas.

Además, los buscadores, que manejan documentación escrita y también datos obtenidos de los relatos orales en la comarca de Cinco Villas, deben explorar una zona de 400 metros cuadrados, en la pradera situado en la parte más alta de la montaña. Allí puede hallarse una de las hermanas, mientras que la otra podría estar en una oquedad rocosa ubicada a corta distancia.

"El georradar ha detectado una anomalía en el terreno, con lo que, cuando volvamos, seguiremos rastreando en el mismo lugar para ver de qué se trata", añadió Ruiz.

En el equipo de búsqueda, compuesto por nueve personas, figuran familiares de las hermanas Malón, que también perdieron en la contienda a sus padres. "Están muy nerviosos, para ellos será muy emocionante el momento en que aparezcan los restos, pues se trata de un paraje muy alejado", señaló Ruiz.