El Partido Popular no cambió ayer su guion y volvió a votar en contra de la modificación presupuestaria para dotar de más dinero a la escuela concertada. Sin embargo, esta vez su decisión no tuvo consecuencias en el acuerdo final, ya que Podemos, tal y como había anunciado, cambió su postura y su abstención en la Comisión de Hacienda permitió sacar adelante la ampliación de crédito para la concertada con los votos a favor de PAR, Ciudadanos, PSOE y CHA. Solo el PP entonces rechazó la medida, que garantiza el pago de las nóminas a los docentes de esta enseñanza.

En su explicación, el popular Antonio Suárez justificó el voto en contra de su partido en que ya rechazaron en su momento el presupuesto «por insuficiente» para hacer frente a los gastos de la concertada. «No garantizaba la pervivencia de las aulas abiertas, el informe de la interventora ya decía que faltaba dinero y, además, no vamos a permitir que la educación sea moneda de cambio ni del sillón de Lambán ni de la cabeza de Gimeno», dijo Suárez. «El PP no va a aceptar ninguna imposición ni ningún chantaje. Si no se negocia con nosotros, seguiremos votando en contra», reiteró el popular.

MÁS DIÁLOGO

Suárez, quien lamentó la «cobardía continuada» del consejero de Hacienda, Fernando Gimeno, por no comparecer él en la comisión, preguntó a los portavoces de Podemos «¿cuál es el precio real que han puesto al Gobierno para tragar con esto?». Así, atacó a la formación morada por su «irresponsabilidad», ya que, a su entender, les importa «un bledo» el sistema educativo. «Ahora se abstienen para evitar que el Ejecutivo se viera obligado a negociar mejoras para la concertada con el PP», dijo.

El popular también acusó a Podemos de «caraduras y jetas» porque presentaron en su momento una enmienda para no aprobar más dinero para la concertada. En este sentido, fuentes de Podemos negaron que esto fuera así y matizaron que el fin de dicha enmienda era «que la votación de crédito ampliable se hiciera en pleno y con Gimeno presente», añadieron.

Desde Podemos, Hector Vicente explicó que el cambio de voto de su partido se debe a dos cosas. Por un lado, al hecho de que el Gobierno de Aragón «se ha dignado a dar explicaciones y a establecer diálogo» respecto al asunto de la concertada, dijo. Y, por otro, «a querer evitar un conflicto a costa de los profesores» debido a una simple «cuestión ideológica» del PP. «Nos abstenemos para que el expediente salga adelante, porque está en juego el sueldo de unos trabajadores, y también para cortar de raíz una serpiente de verano creada por el PP en una maniobra para evidenciar que hacen una oposición feroz», añadió Vicente. «Han querido tener visibilidad y, al final, ha quedado todo en una maniobra de politiqueo», apuntó.

RETOMAR EL PACTO

Por su parte, el portavoz del PAR, Arturo Aliaga, pidió a la DGA que retome el pacto por la educación, «que se rompió con la judicialización» con la concertada, y dejó claró que el PAR «apoya un modelo educativo en el que coexiste la escuela pública y la concertada», añadió. «Los políticos están para solucionar problemas, no para crearlos. Y es fundamental anteponer la formación de los alumnos a otros intereses », dijo.

Desde Ciudadanos, Javier Martínez, opinó que la situación se ha convertido estas semanas en «un juego de a ver quién puede más», porque el PSOE tiene «dos novias», apuntó. «El PP ha quedado como la despechada y Podemos, olvidando de dónde viene, como el angelito de la guarda de la concertada», expresó. Por parte del PSOE, Isabel García criticó al PP por intentar «secuestrar» las nóminas de la concertada con un «chantaje» a la DGA y por no aprovechar la oportunidad de enmendar su postura.

«La concertada se ha presupuestado como siempre, tratando de solucionar las insuficiencias una vez detectadas», dijo. Por último, desde el grupo Mixto, Carmen Martínez, de CHA, criticó la «incertidumbre» generada entre los trabajadores de la concertada y señaló que la postura del PP está «fuera de su lógica», ya que están utilizando la educación como arma. «Eso en política es lo más deleznable», denunció.