EL CONDUCTOR de un coche estaba tan ebrio cuando fue parado por la Policía Local de Zaragoza para hacerle la alcoholemia, que ni siquiera pudo soplar, por lo que fue detenido y se le incautó el coche. El hecho se produjo a las dos menos veinte de la madrugada de ayer, en la calle Maestro Marquina. En la misma jornada se produjeron otras dos alcoholemias positivas en distintos puntos de la ciudad.