-Entró a trabajar en la empresa del autobús urbano, ahora Avanza, en el 85. Salvo periodos muy concretos, siempre ha estado al frente del comité de empresa, ¿por qué ha decidido dimitir?

-No ha sido una decisión personal, la ha tomado mi sindicato, el CUT. Con la situación interna del comité no podíamos estar en la presidencia porque significaba manchar nuestras siglas. Nos estaban obligando hacer unas tareas que rozan la ilegalidad, como convocar un referendo para volver a votar unos cuadros de marcha que ya se habían aprobado.

-No es la primera vez que las diferencias internas del comité han llevado a los sindicatos a ir por libre. ¿Qué ha cambiado en esta ocasión?

-No estamos dispuestos a vulnerar la legalidad vigente.

-¿Cómo ha cambiado la lucha sindical desde los años 80?

-La clase obrera no piensa igual ahora que entonces. Tienen otro concepto. En los 80 veníamos de un proceso de transición donde había una corriente de lucha continua en la calle y las empresas. Durante esa época se produjo una transformación porque había una conciencia heredada de los que vivieron la dictadura. En la huelga del 86 no sacamos servicios mínimos. Hoy los paros son siempre por horas.

-¿Por qué?

-Porque los trabajadores de ahora no son como los de antes. Se encuentra con todo conseguido y no lo valoran. No es igual la plantilla más antigua, que ha peleado con duras y largas huelgas para conseguir derechos, que los que acaban de entrar.

-Las reivindicaciones también han cambiado en estos 30 años.

-En algunos casos no. En el año 2000 pedimos por primera vez aseos en los finales de línea y aún estamos peleando por este asunto. La municipalización ya se exigía en el 85. Se ha mejorado mucho y tengo la satisfacción de que ahora estamos mucho mejor.

-En la negociación del convenio colectivo el comité estuvo muy dividido. ¿Por qué?

-La patronal no le gustan los triunfos que vamos logrando y siempre trabaja para dividir a la plantilla. Antes solo estábamos UGT, CCOO y nosotros, el CUT. Ahora somos seis sindicatos. La empresa ha hecho todo lo posible para que haya más representación sindical y dividirnos. Sabe que así es más difícil alcanzar consensos.

-Las últimas dos huelgas fueron largas, la del 2015 alcanzó los cuatro meses. Desde entonces, en las convocatorias de paros han tenido un respaldo mínimo. ¿La plantilla está cansada?

-Todas las huelgas desgastan a los trabajadores y los sindicatos. Siempre ha sido el CUT quien las ha encabezado y tiene consecuencias. Las más fuertes fueron las del 2013, con los despidos, y la del 2015.

-¿Compensa el esfuerzo con el resultado?

-Sí, aunque nos han supuesto un coste económico alto.

-Entonces se criticó mucho que con los salarios medios de un conductor se prolongara durante tantos meses la huelga.

-Sin ánimo de que nadie se ofenda, la patronal lo utilizó para desprestigiarnos. Ningún trabajador se queja de que otro cobre más. Hay cierta envidia, porque es lo que deberíamos cobrar todos.

-Tienen récord en la convocatoria de paros en Zaragoza.

-Si miramos a nuestro alrededor tan apenas hay movilizaciones. Se hacen cuando la empresa ya ha cerrado y no hay remedio. Zaragoza no se caracteriza por ser una ciudad donde se proteste. Ahora se firman los convenios y los trabajadores se suelen enterar por los medios cuando en realidad deberíamos salir a la calle y pelear por nuestros derechos. Los sindicatos también han cambiado mucho y han perdido credibilidad. El sindicalismo está desprestigiado.

-¿Cómo ha sido la relación con los diferentes gobierno en el Ayuntamiento de Zaragoza?

-Aprendes mucho hablando con los políticos. Yo no sé qué pasa en los consistorios que las personas cambian tanto. Son unos cuando están en las barricadas y otros cuando llegar al poder. Cada uno busca su interés político, sea PP, PSOE o Zaragoza en Cómun (ZeC). Siempre nos acusan de utilizar a los ciudadanos como rehenes. ZeC inicialmente nos apoyó, incluso el alcalde, Pedro Santisteve, vino a una asamblea. Pero les duró poco.

-¿Les han decepcionado?

-La plantilla no está satisfecha. Creíamos en ZeC y han acabado comprando buses de segunda mano y del lado de la empresa. Nos prometieron autobuses híbridos y los estamos esperando.