Algo le pasaba ayer al concejal de Servicios Públicos, Alberto Cubero. Durante las escasas dos horas y diez minutos que duró la comisión de su área se mostró ausente, precavido y con pocas ganas de hablar. El concejal más polémico del Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) no aprovechó ninguna de las 23 preguntas que le formuló ayer la oposición para atacar a las grandes multinacionales que participan en el Ibex ni para criticar a la «izquierda» que va de la mano con la «derecha» en determinados asuntos que ayer no quiso sacar a relucir. Es decir, en la unión en bloque de la oposición para tratar de revertir la decisión del Gobierno de ZeC de controlar el 100% de las sociedades municipales.

Su tono lineal y sus respuestas cortas se vieron alteradas en alguna ocasión en la que parecía que sí, que iba a atacar a FCC. «La principal fortaleza de la empresa para no negociar con el ayuntamiento es la actitud que tiene la oposición criticando al Gobierno de la ciudad», aseguró a preguntas del PSOE en relación a cuánto ascenderá la factura de la contrata, que sigue prestando el servicio en reconocimiento de obligación. «Entiendo que su juego político es desgastar al Gobierno, pero defienda alguna vez a la ciudad», prosiguió.

Espejismo

Parecía que el concejal había despertado. Los lunes siempre son complicados y más cuando hay una comisión a las 9 de la mañana. Pero no fue así. Los portavoces de área de cada formación no se molestaron en esconder su malestar por la actitud del concejal, que apenas utilizó entre 20 y 40 segundos para dar respuesta a cada una de las preguntas. Tal fue su hartazgo que, incluso, dejaron de exigir la explicación correspondiente a sus dudas o dedicaron su tiempo a instar al concejal Cubero a que, aunque fuera a alguna de las preguntas, sí respondiera.

La portavoz de CHA, Leticia Crespo, ironizó sobre lo productiva que iba a ser su mañana teniendo en cuenta que la comisión iba a finalizar a las 11.00 horas, algo nada habitual ya que de normal duran unas cuatro horas o más. No dos. A Cubero se le ocurrió responder a Crespo bromeando que aún fue más productiva la sesión del primer consejo de administración de Ecociudad en el que cesaron a los consejeros del resto de grupos, al hasta entonces gerente, Miguel Ángel Portero, que fue sustituido por Joaquín García Lucea, y en el que le nombraron vicepresidente. «Solo duró cuatro minutos y medio», declaró victorioso.

El siguiente espejismo del despertar de Cubero se produjo cuando Sara Fernández, de Ciudadanos, le preguntó sobre la avería en la depuradora de La Almozara. El vicepresidente de Ecociudad desde el pasado viernes vio que este era el momento idóneo para reprochar a PP, PSOE, Cs y CHA su decisión de no asistir a los consejos de administración y patronatos, tras el «golpe a la democracia de Santisteve». «No quiero entrar en polémica», le advirtió Fernández en la exposición de su pregunta, «pero no creo que deba sacar pecho de que el consejo de administración durara cuatro minutos y medio». Del estado de la avería nada se sabe. «No sé cómo decirle amablemente que este es un tema que se tratará en el consejo de administración. Si se quiere enterar tendrán que volver», respondió Cubero.

Una actitud nada favorable teniendo en cuenta que hoy se produce la votación definitiva de los cuentas del 2018. El Gobierno sabe que saldrán adelante, pero se olvida de la crisis interna de la corporación y de que gran parte de las decisiones se toman en el pleno, donde tienen nueve concejales.