Las calles del centro de Zaragoza se llenaron ayer de camisetas azules para pedir la paralización del proyecto de embalse de Biscarrués. La coordinadora contra el pantano comenzó las movilizaciones tras el anuncio del Gobierno central por el que se somete a información pública el proyecto de esta presa en el río Gállego. Denuncian que en su concepción actual la obra no atiende a ninguna «sensibilidad social» y que, en el caso de llevarse a cabo, están en riesgo cientos de empleos en la zona. Muchos de ellos surgidos gracias a un modelo de turismo que consideran «sostenible» y adaptado a las necesidades del entorno.

La marcha que comenzó en la plaza del Pilar estuvo encabezada por una campana de la iglesia de Erés, como símbolo de la despoblación que amenaza al valle de la Galligera. Numerosos colectivos sociales y ecologistas se sumaron al llamamiento de los vecinos de pueblos como Ayerbe, Santa Eulalia de Gállego, Riglos o Murillo. Con los lemas Ríos sin presas, pueblos vivos o El río somos todos, entre otros, el mensaje llegó hasta la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). «Tenemos que demostrar a la sociedad aragonesa y a los políticos que queremos vivir en nuestros municipios», indicó la portavoz de la coordinadora, Lola Jiménez.

modelo superado / Las entidades convocantes creen que la presa, con un coste 126 millones de euros y con un almacenaje previsto de 36 hectómetros cúbicos, responde a un modelo hídrico ya superado, en el que no se contemplan afecciones naturales o sociales. Por el momento están reuniendo todas las alegaciones posibles para detener el proyecto en su fase de exposición pública, algo que termina el próximo 22 de julio.

El pantano tiene como objetivo favorecer el riego de nuevas zonas en los Monegros, pero algunos expertos dudan de la viabilidad económica de la futura presa. Además, consideran que no se ha calculado con exactitud los verdaderos niveles de estiaje de los ríos y temen que acabe siendo un fiasco «pagado con dinero público». La coordinadora alega que existen «alternativas más baratas y fiables».

Por el momento, según las asociaciones turísticas de la zona, corren riesgo casi 500 empleos asociados a las empresas de aventura y senderismo del valle. Para poder seguir con su labor en los próximos años creen que los fondos presupuestados deberían usarse en avanzar en las tareas de descontaminación del lindado, pues gran parte del río está afectado por el vertido irregular de este pesticida.

A la manifestación se unieron también representantes de partidos políticos como Chunta Aragonesista, Podemos e Izquierda Unida. El diputado de Unidos Podemos en el Congreso, Pedro Arrojo, criticó que con los plantes del pantano toda la zona esté condenada «a seguir en la incertidumbre».